24 de febrero de 2012

¿Cuánto dura?



Los carteles que aparecieron hoy en la estación Once son perfectos. Maldita Impunidad.
Son un resumen de lo que siente mucha gente, y en lo personal lo que siento yo que soy médico de emergencias.
Lo del pibe 50 horas pudríendose entre los fierros es inexplicable, vergonzoso, inexcusable. ¿Cómo, después de saber que quedaba alguien unaccounted nadie ordenó una búsqueda exhaustiva, una revisión con perros?
Pero en el país que tenemos todo se tapa rápido. Los indignados de hoy mañana se van a entretener con otro sainete, o como leí abajo en un comentario con los culos de Tinelli. Maldita la impunidad de una maldita sociedad a la que nada le importa nada demasiado.

6 comentarios:

Walter dijo...

Lamentablemente, los perros acá se usan para fines más loables, como evitar que se lleven los dólares de la señora

Andy dijo...

No se va a olvidar tan rápido. Cada vez que la gente pase por Once, y sobre todo el Andén 2, los van a recordar...
Hasta en eso la "mala suerte": tren cargado de laburantes del conurbano oeste, votantes K en alto porcentaje, un miércoles después de dos días feriados, a las 830 de la mañana, y en Once, en plena Capital, con los medios ahí nomás...

carancho dijo...

Coincido con Andy.
Mucha gente lo va a recordar.

Tortita Negra dijo...

Lo van a recordar los damnificados, como pasó con lo de Cromagnon, lo de Kheivys (olivos), los de la puerta 12 de hace décadas. Todos siguen recalientes, pero no hay masa crítica.
Y no hay masa crítica por falta de previsión.

El problema es la falta de previsión y de empatia de la sociedad, eso que decimos siempre de que a mí no me va a pasar (retrarado frecuentemente en blogs como éste o el EOC) La gente no tiene respeto por el que tiene al lado, y el problema es que si esperamos una "masa crítica" de damnificados para actuar, antes vamos a terminar en la situación de áfrica subsahariana. Se necesita masa crítica de gente previsora que rompa las bolas y eventualmente exija la remoción de funcionarios.

TN

Klaus Pieslinger dijo...

Con santuario incluido.

Max A Secas dijo...

Tortita, aca la gente se muere y se vuelve a su casa muerta para que no la vean en la calle porque le da vergûenza.
La incapacidad de demandar respeto de los argentinos no se cambia porque griten unos pocos, a menos que griten y despues le den un tiro a un polìtico.