18 de febrero de 2012

La cara de la arrogancia fatal

10 comentarios:

carancho dijo...

Cara de la arrogancia fatal? No, la cara de la estupidez irremediable y del patoterismo más vil.
Y avisen cuando ponen estas fotos, así tomamos algo contra las náuseas.

Klaus Pieslinger dijo...

Que no vengan a lloriquearnos estos empresarios cuando el agua les pase de la nariz.

Andy dijo...

Sandra: gracias a Moreno, está faltando Reliverán

carancho dijo...

Cierto, Andy. Algún yuyo que conozcas? Se me ocurre el té de boldo.

Sine Metu dijo...

"La fatal arrogancia: Los errores del socialismo", es el último libro de Friedrich Hayek.
La fatal arrogancia de los intelectuales de izquierda es creer que un grupo de hombres inteligentes puede diseñar una economía o una sociedad mejor de lo que lo harían las aparentemente caóticas interacciones de millones de individuos. Esos intelectuales, puntualizó, no se dan cuenta de cuántas cosas ignoran, ni tampoco conocen la manera en que el mercado utiliza todo el conocimiento que cada individuo posee.

Blas dijo...

Lo lamentable es que el "pueblo" "compró" el error de los "intelectuales" de izquierda.

Andy dijo...

Los intelectuales de izquierda le vendieron al pueblo dos cosas: que el sentido común no vale nada, y que ellos son unos iluminados.
Pero no todo el pueblo compra. por eso es fundamental el control total del "aparato de producción y reproducción cultural": educación, medios de comunicación, y más allá: justicia, gobierno... Y si no: palos.

Max A Secas dijo...

La mayorìa no compra nada, sobrevive. Si nunca tuvo nada y de golpe tiene un plancito, esta mejor que lo que nunca esperò. Lo que todavìa no tuvimos es una democracia de verdad que logre hacerle creer a la mayorìa que pueden conseguir algo mejor en la vida que vivir de las limosnas de estos satrapas. Hasta que eso pase, el populismo ganarà siempre.

Blas dijo...

Si Max pero ahi tenes el problema del huevo y la gallina para que la mayoría crea que puede por fuera de las dadivaas conseguir algo mejor, a los que laburan les tiene que ir mucho mejor que a los que viven de las dadivas para que valga la pena salir a matarse laburando, eso en la argentina no pasa desde la decada del 60.

BlogBis dijo...

Moreno es sólo lo que se ve.
Atrás hay pueblo y gobierno que lo respaldan.