4 de marzo de 2012

Todos viajamos en un tren de TBA


Todo lo que se ve son chapas viejas, emparchadas y maquilladas. Lo que no se ve está atado con alambre
No se sabe cuándo será, pero en algún momento el viandazo es inevitable.

8 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Confieso que temo subirme a un subte ya.

Klaus Pieslinger dijo...

PD. Ayer tomé colectivo. Usé tarjeta SubtePass, costo $1.20. Por este instante pareciera que el sainete del diferencial de precio entre tarjeta SUBE vs otras tarjetas vs monedas, no está implementado acá.

Andy dijo...

Mi Gorr no se deja subir a un Sarmiento ni con un guinche...
y yo considero que algo de razón tiene. pero me gusta el turismo aventura.

SW .357 dijo...

La salud pública es tal cual Rubén.
Si acá hubiera un desastre natural de proporciones, o un conflicto armado quedamos en pelotas.

BlogBis dijo...

Jé. Gracias SW, pensé que mi ejemplo ferroviario había sido demasiado críptico.

Max A Secas dijo...

Tal cual Ruben, eso es un poco de lo que quice decir con mi post "humoristico" de la caricatura, la pobreza no es algo puramente ideologico o de "dignidad", tarde o temmprano empieza a cobrar vidas. Y cobra màs cuando uno es pobre y no lo acepta y pretenede seguir dando colectivamente servicios de rico.
Ni hablar de los productos locales. los autos nacionales en lo que es seguridad estan super atarsados. Los màs chicos no te pasan un test de sguridad internacional ni coimeando.

BlogBis dijo...

Se me ocurrio recién compilar una lista de cúales son nuestros "trenes". En realidad toda la Argentina es un tren encaminado a la catástrofe, pero no se puede dejar de observar algunos vagones en especial, además de lo obvio que es la economía:

- La educación, en todos los niveles
- La justicia
- La salud pública
- El transporte (aéreo, terrestre, ferroviario)
- Las comunicaciones
- La energía
- La defensa
- La seguridad ciudadana

Todo está como el carajo, y en cualquier momento nos regala una catástrofe masiva

Francisco dijo...

El problema es que algunos trenes los hemos perdido; han pasado a horario, y hemos sido nosotros los que llegamos tarde a la Estación. O van por otro ramal. Trenes que funcionan muy bien en distritos muy próximos al nuestro.
Eso es lo grave. Los vemos pasar en sentido contrario, sabiendo que ese era el que debíamos tomar, aunque una 'mayoría' nos empujó puertas adentro en el primer trencito que apareció, sin posibilidad alguna de retractarnos del error.