5 de abril de 2012

La campaña del odio de Movilh









Antes del asesinato de Daniel Zamudio que fue ejecutado por delincuentes comunes que no distinguen entre un homosexual y un heterosexual, El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) habían montado una verdadera campaña de odio hacia personas que si bien toleraban la homosexualidad, ello no significaba que la respaldasen. Más bien, les repugna. Ahora bien, el hecho de que no fuesen partidarios de esa opción sexual, a ese grupo les exaspera. Una forma de distinguir a los delincuentes comunes de los terroristas de izquierda son estas características: los primeros nunca podrían una bomba a la entrada de un banco a diferencia de los segundos, los delincuentes nunca podrían un artefacto explosivo al monumento al político asesinado Jaime Guzmán. Ni siquiera saben quién es.

Así el pasquín de izquierda ´Cambio 21´, realizó el año pasado una campaña junto con el Movilh contra personas que afirman que no les gustan los homosexuales. En varios artículos uno capta lo que los norteamericanos llaman el hate speech o discurso del odio. Uno de los títulos rezaba: >"Rechazo social para personalidades públicas que se declaran abiertamente homofóbicos".

En efecto, se intento mostrar que tres personalidades públicas eran homofóbicas: el Cardenal Medina, el diputado Estay de la UDI y el actual alcalde de Providencia, Cristián Labbé.

El diputado sostuvo por una red social que los homosexuales eran "maricones" e "invertidos". El alcalde dijo por la radio que en la "sociedad hoy día es heterosexual". Luego agregó: "no quisiera que un nieto mío fuera adoptado por un homosexual. Quisiera que tuviera una vida normal". Naturalmente, el Cardenal Medina como religioso verá las cosas desde esa óptica. Por tanto, si nombra la palabra "pecado" es desde su marco referencial. Del mismo modo, que un marxista intentará explicar todo, del arte hasta el acto sexual desde la economía o superestructura. Las palabras del religioso fueron: "los gays deben evitar el contacto entre ellos para no caer en el pecado".

En los tres personajes mencionados, no veo en sus palabras odio como sostiene Movilh. Simplemente, dan su opinión. La opinión popular y/o el lenguaje natural designan como "maricones" e "invertidos" a los homosexuales. Hay otra connotación de maricón, la cual por cierto, no alude a una condición sexual. Dícese, como mienta el Diccionario, cuando una persona hace el mosquita muerta o hace trampa. Ahora, con la ley de Anti Discriminación ya ni siquiera se les podrá llamar así.

En otra oportunidad, el cardenal Medina había dicho: "es una atrocidad, porque la Biblia dice que los que practican la sodomía no van al reino de Dios". Sin embargo, lo que más les irrita a Movilh y a los progres es la siguiente afirmación. Según el ex pro prefecto de la Congregación del Culto Divino y de los Sacramentos del Vaticano había dicho que, así como los alcohólicos se pueden rehabilitar, él ha conocido a personas homosexuales que se han "corregido". Qué horror. Se puede curar.

Además, dichas personas no andan promoviendo una cacería de brujas en distintos ámbitos, por sólo ser de la condición homosexual. Simplemente, sostienen que no les gusta. El Movilh pretende que las personas que les desagrada la homosexualidad, digan públicamente que casi aman a esas personas. O sea, uno no tiene derecho a tener una opinión diferente. Con todo, los mismos se sienten cool promoviendo el "Día de la Diversidad", cuando no aceptan la diversidad, ni menos la tolerancia.

Así como tenemos las organizaciones de derechos humanos, todas de izquierda, que determina quiénes violan esos derechos; de igual manera Movilh es la organización que determina si una persona es una oveja descarriada, para ocupar el lenguaje de la Iglesia, o un hereje, pues solamente ellos son los que evalúan la conducta de los demás.

En el 2008, Movilh realizó una lista negra de las personas públicas que consideran homofóbicos:los ministros de la Tercera Sala de la Corte Suprema Adalis Oyarzún y Pedro Pierry; los abogados de la Sala, Hernán Álvarez y Domingo Hernández; los senadores Jorge Arancibia, Andrés Chadwick, Hernán Larraín y Adolfo Zaldívar; el presidente de Une-Chile, Emiliano Sotano; el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Emiliano Elgueta; el alcalde de Independencia, Antonio Garrido; el director del Sename, Eugenio San Martín; el cardenal Jorge Medina, el obispo Juan Ignacio González Errázuriz y los diputados Maximiano Errázuriz, Iván Moreira y Nicolás Monckeberg ¿Pero esto no es una cacería de brujas? En efecto lo es. Si son jueces, por ejemplo, no van a juzgar a una persona por su condición sexual, sino por el delito que cometieron.

Ahora bien, ¿Quién se cree Movilh para arrogarse el derecho de medir a personas, quien piensa distintos de ellos con criterios dudosos? Si no piensan igual que ellos, entonces los linchan o los funan, cosa que esa organización que promueve supuestamente la tolerancia y la diversidad ha realizado.

Con la ley de Anti Discriminación va ocurrir lo mismo con el delito absurdo que crearon, a saber, el femicidio. Este delito se aplica cuando un hombre mata una mujer. Sin embargo, no es femicidio si una lesbiana mata otra por celos.

Igualmente, si le preguntáramos a las mujeres, si les gustaría revolcarse con otra mujer, varias les dirán que no, a menos, que sean lesbianas. Dentro de poco, las mujeres tendrán que revolcarse si o si porque así lo ha determinado las Feministas Autónomas.

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