Hace dos días que varias organizaciones ambientalistas publicaron la denuncia sobre la potencial falla estructural en el recipiente de presión de la central Atucha I.
La noticia ya cundió por los medios argentinos, y en Uruguay -buen pase de factura- apareció con título catástrofe.
Lo cierto es que Atucha ha tenido más recorridas que el motor de un Fiat 600 modelo 70, desde aquella parada de 1987 que casi la dejó KO y que se reparó gracias a un robot casero.
El asunto es que mientras mucha gente sin ninguna formación agita el fantasma de accidente nuclear, no vi ni una palabra de desmentida de la CNEA, de la ARN ni de la operadora Nucleoléctrica Argentina. Seguro que en la política de comunicación oficial la desmentida va a venir de Randazzo o de Aníbal Fernández.
4 comentarios:
Tranqui, debe haber un psicologo de la campora manejando la CNEA que seguro te arregla tutti para mañana.
No andás muy lejos Sine. Fijate en el Vicepresidente 2º de la ARN: Sociólogo.
Seguro que sabe un toco de radionuclídos.
A cuánto está el plomo, para revestir mi casa?
carancho, y si usamos el plomo como es debido con esta gente ? En forma de cilindro, con punta hueca preferiblemente.
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