El padre de un antiguo compañero de facultad, contaba orgulloso que el 24 de marzo del 76 se ocupó personalmente de entrar a la comuna de su pueblo, pasar un cable por el cuello del busto de Evita que se había colocado en el hall, y arrancarla tirando con su pickup.
Pasaron 36 años, 29 de democracia, y las broncas no se han calmado. Al contrario, la mal entendida memoria que ha gastado este gobierno no ha hecho más que renovar el odio.
4 comentarios:
En mi barrio, el busto está en una plazoleta... enrejada
Bueno, yo era chiquito, pero aún me acuerdo del famoso "5x1 no va a quedar ninguno" o "agarren alambre de fardo para colgar a los opositores" (o algo parecido). El odio es peronista 100x100. No; no está cerca la solución de los problemas de Argentina; más bien diría que faltan muchas generaciones
¿Y cómo hay que hacer con la loca sanguchera de la 9 de julio, pasar con una avioneta?
Se puede probar con 750 o 1000 kilos de amonal en PB.
De por sí el edificio ya estorba bastante.
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