11 de marzo de 2014

Un futuro sombrío


  “Teniendo presente, las circunstancias oscuras que vive nuestro país,”
       (Del blog movimiento10septiembre)

 Al asumir por segunda vez el sillón de O’Higgins, Michelle Bachelet las cosas no se le presentan auspiciosas para el país. Daré solamente dos razones. Antes que Bachelet asumiera el poder los matones de la Confech, que es la fachada del Partido Comunista, han anunciado su programa de manifestaciones durante este año. Esa no es una de las razones. Sin embargo, vaticina el ambiente hostil que viene a partir del 11 de marzo de este año.

La candidata Bachelet, la ex ayudista de los grupos terroristas Mir y FPMR , en su campaña presidencial había dicho que ella no iba aplicar la Ley Anti Terrorista. Considerar, no obstante, que el crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay era " un asesinato horrible". Pues, para ella: “creo que la legislación que Chile, frente a todo asesinato, sea hecho acá en La Araucanía o en Providencia o en Arica, las leyes que tenemos son lo suficientemente fuerte para que se apliquen en un caso de asesinato. No necesitamos la ley Antiterrorista. Creo que la legislación que tenemos contra cualquier persona que asesina a alguien es suficientemente potente". Ni siquiera le creo que haya conmovido el crimen.

 Las personas de Izquierda nos quieren hacer creer que a un terrorista se le tiene aplicar las leyes comunes que hay para los delincuentes. Este criterio lo aplicó la Concertación cuando llegó al poder, arguyendo que los terroristas presos por la Justicia Militar eran delincuentes comunes; cosa que la derecha se lo creyó. Por eso, no puso reparo a los indultos, salvo por el senador asesinado Jaime Guzmán. ¿Bachelet considera un asesinato horrible el crimen del ex intendente y general Carol Úrzua? ¿El presidente electo, Bachelet considerara un asesinato horrible la muerte del joven dirigente del Partido Nacional en manos de sus amigos del Mir, Rolando Matus, cuando ella era estudiante de medicina en la Chile, en tiempos de la UP? ¿Considera como un asesinato horrible los cientos de carabineros acribillados por sus amigos terroristas desde la segunda mitad de la década del sesenta hasta hoy día?

 Recientemente, el nuevo ministro de Interior del segundo gobierno de Bachelet o de la Nueva Mayoría, Rodrigo Peñailillo dijo: "nosotros creemos que la ley antiterrorista no está para resolver los conflictos sociales del país, y por lo tanto la ley vigente en Chile tiene la fuerza necesaria como para resolver, investigar y sancionar los distintos problemas". No es novedad lo que ha dicho el futuro ministro, sino que al terrorismo que hay en La Araucanía lo llama ‘conflictos sociales’. Me hizo recordar las palabras de Salvador Allende a los terroristas del Mir que indultó, llamándoles ‘jóvenes idealistas’. Por tanto, los terroristas caen en la categoría de los así llamados Movimientos Sociales que protestan ‘pacíficamente’ por la Alameda, en Santiago, o en la avenida Pedro Montt, en el puerto de Valparaíso.

En el mismo tenor, que el futuro presidente, del ministro del interior, son las palabras del futuro intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, un político demócrata cristiano, quien dijo: "la violencia no puede ser un motor para solucionar los problemas sociales (...)”. En otras palabras, aplicar la ley es sinónimo de violencia. Se parece al discurso de la Izquierda de la década del sesenta, basándose en Lenin, el Che, cuando se referían a la violencia burguesa con respecto a las fuerzas policiales. La respuesta de los revolucionarios era responder la con violencia revolucionaria.

 La periodista de derecha, Nena Ossa en el libro “Allende Thank You…!” que publicó en el 2009, cuenta que ella con un grupo de gente fue a la región de la Araucanía, pues allí ardían las papas, con los fundos “tomados”. Cuenta que fueron a hablar con el alcalde de Temuco, Germán Becker, quien les dijo que el Gobierno de Allende les había dado instrucciones a Carabineros, “prohibiéndoles defender de las tropelías del Mir a los dueños de los fundos “tomados””. ¿Les suena este discurso? Agrega que los santiaguinos todavía no sopesaban las consecuencias políticas de esas acciones ilegales a principios del gobierno marxista. Después tiene una entrevista con el director del Diario Austral, Raúl Gallardo, quien les confirma “la orden dada de NO INTERVENIR, con mayúscula” a los carabineros. El director les cuenta que el Mir empleaba los trabajos de verano de los estudiantes con el pretexto de alfabetizar a los habitantes de Cautín.

 Tanto para Nueva Derecha como la Nueva Mayoría, o Nueva Minoría prefieren mil veces que muera o sea asesinado los dueños de tierras de origen o descendencia europea, o huinca a que condenar a un terrorista con la correspondiente ley. Esa es la verdad.

 Algo parecido dice el periodista norteamericano sobre la lejanía con que se veía la violencia en el sur, James Whelan en su libro ‘Desde las Cenizas’, a propósito de las ‘tomas’ que afectaban al otro, y no al citadino en 1971: “Chile estaba, en realidad, disfrutando de cierto auge económico y, a menos que uno estuviera entre los pocos cientos cuyas propiedades les habían sido arrancadas de las manos, o si uno no era muy quisquilloso respecto a la letra de la ley, entonces, “ese dique de papel”, el Estatuto de Garantías, estaban aún vigente y, después de todo, el desastre no se había dejado caer sobre el país”. Creo que para muchos chilenos de la zona central, ‘las tomas’ que hacen a la propiedad privada los terroristas mapuches o encapuchados, la quema de camiones, maquinarias y establecimientos hasta la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay lo ven lejana, Con todo, la televisión acerca las distancias o las acorta.

 Después la comitiva de Nena Ossa se encamina hacia Valdivia, pues habían escuchado que hubo enfrentamiento entre el Ejército y los miristas. El capitán desmintió tal encuentro. Y luego les dijo: “Nosotros podríamos atacarlos fácilmente, pero el gobierno nos prohíbe actuar contra el MIR”. La periodista quería reunirse con el comandante ‘Pepe’ que estaba Líqueñe. Y así les gusta decir que tanto el Partido Socialista como el Mir obstaculizaron a Salvador Allende. O bien, los políticos y académicos afeminados o maricas, les gusta decir que el presidente marxista fue débil. El Partido Socialista, el Mapu, el Mir, Allende y las otras Fuerzas de Choque como “Elmo Catalán”que tenía la UP eran lo mismo. La UP era un monstruo con varias cabezas. Lo mismo es la Nueva Mayoría.


La periodista Mirna Schindler de CNN Chile dijo de vuelta de Venezuela que la situación que vive ese país no se compara con el Chile de la Unidad Popular. Tanto allá como en los 1000 días del gobierno marxista las clases medias se rebelaron. La infiltración cubana es evidente. Se sorprendió que un guerrillero tupamaros la parara en la calle. Según Whelan: “Desde los primeros días de su Presidencia, cientos y luego miles de simpatizantes peregrinaron a esta nueva Meca de la revolución mundial. Algunos…románticos que soñaban despiertos; otros eran terroristas empedernidos, que en ese momento eran fugitivos de sus países de origen: se estima que llegaron unos 700 tupamaros de Uruguay, montoneros de la Argentina”. Para que no crean que es una invención, la editorial izquierdista Lom publicó en el 2003 el lbro ‘Chile Roto Uruguayos el día del Golpe en Chile’, cuyos autores Eleuterio Fernández Huidobro y Graciela Jorge Panacera fueron militantes de ese grupo terrorista uruguayo. Las clases medias se oponen a caer en la esclavitud comunista. En esa oportunidad, los periodistas de ese canal recordaron el golpe de Estado que sufrió Chávez. Sin embargo, omitieron el que le hizo Chavez al presidente Carlos Andrés Pérez.

 El hecho que haya omitido la influencia cubana, nos ilustra que Mirna Schindler es una activista del castrismo. Cuatro hechos prueban. Primero, las propias declaraciones de Chávez en vida del socialismo del siglo XXI, que es socialismo marxista leninista del siglo XX; segundo, un excelente artículo del escritor cubano, Carlos Alberto Montaner ; tercero, están las palabras del viceministro del Área Social y ministro de Educación del régimen chavista, Héctor Rodríguez quien manifestó hace poco: "no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos". Y, por último, hace dos semanas, cuando empezaron las manifestaciones en Venezuela, escuché por la radio, a un dirigente opositor al régimen chavista, quien acusaba de llevarlos a Cuba.

 Mónica Schindler está al servicio de la Revolución y no de la verdad, como diría Allende.

 Es frecuente en las personas de la Izquierda culpar al otro de sus propios fracasos. El ejemplo más elocuente es el fallido intento de instalar un gobierno totalitario en la Unidad Popular, donde culpan a Estados Unidos, la CIA, a los empresarios, a la derecha y quien se les de las gana. La periodista Nena Ossa en el libro nombrado cuenta que desde Allende asumió el poder el sectarismo y la intolerancia empezó a apoderarse del país, empezando con la propia gente de Izquierda. Ahora bien, recientemente el secretario general del Partido Comunista Juan Andrés Lagos, dijo desde Cuba, mientras presenta su libro Pretextos de una Revolución Democrática: “La presidenta Bachelet está dispuesta a hacer cambios para enfrentar las desigualdades estructurales que tiene nuestro país, pero no descartamos que se produzcan situaciones de polarización, como en Venezuela”.

 Ante tan sombrío horizonte, lo mejor es que el gobierno de Maduro caiga, por las buenas o por las malas. Con lo cual, el castrismo y el Foro de Sau Paulo no tendrá ramificaciones en América Latina. Y lo mejor para el país, es que al segundo gobierno de Bachelet le vaya mal, ya que estaremos a merced de los matones de los Movimientos Sociales que son la base de la Nueva Mayoría o Nueva Minoría. Además, porque no va aplicar la ley ante los terroristas y porque van a llevar al país a un ambiente enrarecido, que no se veía desde la Unidad Popular. Las palabras de buena crianza no valen ante estos matones.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Muy bueno el artículo, un poco largo.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Gracias. Me cuesta ser breve.