25 de agosto de 2014

Aye Scotland!


Falta menos de un mes para que los escoceses decidan con su voto si mantienen el Tratado de Unión de 1706 o si pacíficamente disuelven 308 años de sociedad con Inglaterra.
Por ahora no parece que el SI lleve las de ganar, aunque a última hora se ve un leve repunte, sobre todo debido a que se vienen concretando propuestas bastante serias de cómo mantener las economías asociadas a pesar de la eventual separación política, o cómo caso contrario Escocia podría hacer borrón y cuenta nueva y dejarle la totalidad de la deuda a su ex socio si se niega a seguir compartiendo la libra .
Es muy probable que este intento secesionista termine en la nada, como el de Quebec con el referendum de 1995, pero demuestra que hay otras maneras de plantear el tema, más concreto y tangible que las bravatas nacionalistas catalanas y lejos de la violencia vasca. También es interesante porque confirma que en la vida de los países 300 años son nada, por lo que los 200 años que arrastamos los países latinoamericanos no aseguran cambios en el futuro.

De más está decir que en esta estoy por el Aye!

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