8 de octubre de 2014

De emprendedor a delincuente


José Luis Velasco
Profesor y Sostenedor Educacional

 "Soy profesor, y hace ocho años con dos amigos -uno de ellos también profesor- compramos un colegio subvencionado en quiebra. Tenía 270 alumnos que se irían a la calle si alguien no los rescataba. Invertimos todo lo que teníamos y nos endeudamos por 15 años. Duplicamos la infraestructura del establecimiento, compramos todo nuevo y comenzamos a renovar el personal docente y no docente, llevando especialistas y prestando un servicio de excelencia en todas las áreas.

 Durante cinco años no cobramos sueldos ni retiramos utilidades. Hoy tenemos 380 alumnos que no pagan ni un peso, 70% de ellos vulnerables y ninguno seleccionado al ingresar al colegio. En él reina un ambiente de aprendizaje y buena convivencia a toda hora, y los profesores y directivos se esfuerzan para que sus alumnos aprendan y crezcan como personas. Tenemos un logro del 100% en el Sistema Nacional de Evaluación Docente y tres profesores (de 17) se han ganado la Excelencia Pedagógica. Por todo ello, los alumnos han aumentado 40 puntos Simce, y del Ministerio de Educación nos recomiendan cuando hay padres que piden orientación. Todo esto en La Araucanía, una de las regiones con peores resultados de aprendizaje. 

 No nos cabe ninguna duda de que nuestro espíritu emprendedor y de sacrificio les ha cambiado la vida a muchos niños y jóvenes que no tenían oportunidad de una educación de calidad; y felices seguiremos en esto si se mantienen las condiciones de libertad y de justa retribución por el trabajo bien hecho.

 En todos los países que se han desarrollado social y económicamente, la libertad de emprender, el esfuerzo personal y asumir riesgos son actitudes valoradas transversalmente, y el éxito es el premio de los perseverantes. Ahora, en Chile nos quieren convertir en delincuentes: ¿cuál es nuestro pecado?, ¿qué hemos hecho mal?, ¿a quién hemos engañado, estafado o defraudado? Solo hemos cumplido nuestro deber, y lo hemos hecho bien. 

 Y si acatamos el nuevo sistema que nos quieren imponer con esta reforma educacional, nos obliga el Estado a regalarle nuestro colegio a una fundación o corporación, perdiendo nuestro patrimonio, y a trabajar por un sueldo que fijarán personas que no han asumido ningún riesgo y bajo criterios que no consideran los valores antes mencionados. Por esto, es demasiado evidente que el Gobierno no quiere mejorar la educación de los niños y jóvenes de Chile, solo quiere controlarla, y con ello controlar la principal palanca de cambio social. 

 Nosotros no nos prestaremos para eso". 

 PD: Esta carta publicada en 'El Mercurio de Santiago' ha generado polémica, porque va contra la Reforma Educacional que desea impulsar la coalición chavista que preside Michelle Bachelet.

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