30 de octubre de 2015

Agulla

"A los cuatro años comenzó su idilio con el rugby. Dos años más tarde le diagnosticaron el Mal de Perthes (necrosis avascular de la cabeza femoral, de ahí su apodo), que lo llevaría a quedar postrado de por vida. A los diez años decidió operarse para pasar cuatro años de intensísimo tratamiento posoperatorio. Estuvo en sillas de ruedas y un año sin apoyar el pie derecho. Hasta ese momento, toda su vida fue una lucha contra la enfermedad. Tuvo que decidir como adulto en medio del dolor. Su tenacidad lo sostuvo para superar los obstáculos que le presentó la vida y encarar nuevamente su deporte favorito." (*)

Tremendo aplauso que se merece el Rengo Agulla, que hoy se despidió de los Pumas. De la perspectiva de no caminar mas a jugar tres mundiales.




2 comentarios:

carancho dijo...

Puras agallas y corazón.
Un verdadero ejemplo.
Felicitaciones.

Javier Bazán Aguirre dijo...

Un buen ejemplo para motivar. Y no rendirse.