22 de agosto de 2016

Siguiendo con el tema.

Me encontré con el siguiente texto en Facebook de un denominado Santuario Igualdad ubicado en Chile. 

No suelo pegar textos muy extensos en los posts pero no puedo evitarlo en este caso ya que no lo encontré en la web.

Me cuesta creer que este santuario exista realmente, tal vez es un truco para sacar dinero, no sé.


Luna, Camila y Félix: una familia que jamás será separada! :’)

Luna fue esclava en una lechería de cabras. En aquel lugar, no sólo le robaron su libertad y su dignidad, sino que también, años tras año, le quitaron a todos sus hijos. Cada doce meses, la embarazaban y le robaban a sus bebés para destinar toda su leche a consumo humano.En la lechería, Luna, sufrió abusos horribles. Gran parte de su vida estuvo conectada a una máquina que le succionaba la leche que producía para sus bebés, le fueron arrebatados sus hijos,  se le hicieron procedimientos muy dolorosos y se le negó toda posibilidad de desarrollarse como persona. Para sus explotadores, ella era sólo un número, un objeto más que utilizar para beneficiarse a costa de su sufrimiento.Un día Luna sufrió una grave fractura en una de sus piernas que la mantuvo postrada y con mucho dolor por al menos 72 horas. Sus explotadores, por supuesto, no se molestaron en darle atención veterinaria, sino que la dejaron abandonada a su suerte. Todo parecía ir de mal en peor para Luna, sin embargo, este trágico suceso sería la causa de que ella pudiera recuperar su libertad al ser encontrada por un curso de estudiantes de veterinaria que visitaban el lugar y que se la llevaron como caso clínico. Luna fue trasladada al hospital veterinario de una universidad para estudiar y tratar su fractura. Y una vez que la ingresaron a la clínica, se dieron cuenta de que Luna no iba sola, sino que tenía en su vientre a dos bebés. Afortunadamente para ella, dos estudiantes se preocuparon por su vida, la cuidaron y lograron no solo  evitar devolverla a la lechería, sino que también, conseguir autorización para poder buscarle un hogar a esta familia. Así, la vida de Luna y sus dos bebés cambió para siempre.
Ayer, al fin, logramos que nos autorizaran a traerlos al Santuario. Desde que fuimos a buscarlos, hasta ahora, hemos podido ver todas las secuelas sicológicas que tiene Luna debido a su horrible pasado. Sin duda, es el animal con más miedo que ha llegado al Santuario. Tiene miedo a que le hagan daño, a estar en espacios abiertos, a que se le acerquen otros animales y por sobre todas las cosas, tiene miedo a que le vuelvan a quitar a sus bebés. Pese a que su estado es frágil y delicado por la reciente amputación de su pierna fracturada, Luna ha estado todo el tiempo pendiente de sus dos hijos y dispuesta luchar contra quien se acerque a ellos. Lleva 24 horas con nosotros y apenas ha dormido, ya que está todo el tiempo alerta y preocupada. Sin embargo, en este breve período, ha ido aprendiendo que nosotros no estamos con ella para hacerle daño, sino para cuidarla y, poco a poquito, nos ha ido dejando cuidar de su herida y darle de comer. De hecho, ya nos permite acercarnos y tocar a sus bebés, aunque siempre bajo su atenta supervisión.
Para poder cuidar bien a Luna y evaluar de cerca su recuperación, le hemos preparado una habitación junto a la nuestra y vivirá en la casa con nosotros hasta que esté mejor, Y poco a poco, le iremos enseñando que ya no tiene nada que temer, que ahora su vida es suya, que puede salir al exterior sin sentir miedo, que al fin tiene un hogar donde será querida y respetada y que, nunca más nadie la volverá a separar de tus hijos.



5 comentarios:

raúl dijo...

¿"se le negó toda posibilidad de desarrollarse como persona"?

La demencia progre ya alcanza límites estratosféricos.

Pablo dijo...

Igualdad interespecie!!
Dignidad de una cabra!! Que no pudo desarrollarse como persona!!
Qué fuma esta gente???

Anónimo dijo...

Hace rato que la izquierda se ha convertido en poco más que una reacción recalcitrante a todo lo que tenga que ver con la modernidad.

carancho dijo...

La locura animalista a cada rato alcanza nuevos límites...

Gus VF dijo...

Es de un razonamiento más infantil que la “Redacción: tema” que recuerdo haber escrito en 5to grado, en el que un árbol se desespera porque un hachero lo va a cortar, pero éste le dice que es para hacer un pupitre y un pizarrón y entonces el árbol se puso contento… qué se yo, ¡por lo menos lo mío ya tenía una idea antropocéntrica más realista que la de estos salames!