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Voy a seguir demoliendo los centros de estudios o think tank (pensamiento tanque) de la ex derecha. Ésta última está desarmada intelectualmente. Sin embargo, los académicos piensan lo contrario. Cuando se habla de la ‘batalla de ideas’ hay que suponer que el otro, si bien no piensa como uno, por lo menos se comportara de la misma forma. Ante la Nueva Mayoría que tiene copado el poder judicial, la fiscalía e impuesto internos, no se puede estar afirmando a viva voz que para sacar esa coalición basta que hay que dar la batalla de las ideas para cambiar las cosas, suponiendo que el otro entenderá los argumentos, pruebas o evidencia de que su actuar está equivocado. Más bien, habría que decir la arbitrariedad del poder judicial, la fiscalía e impuestos internos. Ante unos matones, las ideas pasan a segundo plano, pues primero está la sobrevivencia.
Pues, cuando escribí el post sobre la OECD, encontré en el sitio El Independiente una entrevista que se le hizo la revista Capital al escritor peruano y columnista de La Tercera, Álvaro Vargas Llosa, en octubre del 2012, quien dijo : “Piñera ha hecho un gobierno de centro izquierda”. Con todo, han transcurridos más de dos años del gobierno de Sebastián Piñera y según nuestros intelectuales fue un gobierno de maravillas. Para Cristóbal Bellolio fue un gobierno. Si gracias al empresario multimillonario que quiso ser presidente de la República, tenemos el segundo gobierno de Bachelet. El Instituto Libertad y Desarrollo ya no representa. Me di una vuelta por el sitio y me encuentro con un acto que se ya realizó. Se trata del último libro que saco el escritor Mauricio Rojas “La historia se escribe hacia adelante: Trece protagonistas del gobierno”. En la invitación dice: “La obra relata la trastienda del gobierno del ex presidente Sebastián Piñera, el primer gobierno de centro-derecha desde la vuelta de la democracia, a través de entrevistas a ministros y subsecretarios, mucho de los cuales nunca habían participado en política”. El autor reseñó brevemente la obra y luego converso con Luis Larraín, director del mencionado Instituto y con Gonzalo Blumen. Lo primero que resalta de la invitación es la frase “el primer gobierno de centro-derecha”. Pero Álvaro Vargas Llosa en pleno gobierno de Piñera sostenía que estaba ejecutando un gobierno de centro izquierda. Alguien está mintiendo. No se puede estar y no estar. La verdad es una. ¿Quién está diciendo la verdad: el escritor peruano o los académicos de la es derecha? Lo segundo que resalta es la expresión “desde la vuelta de la democracia”. Es típica expresión de la ex Concertación. Ya lo dijo el escritor Julio Bazán Álvarez que los centros de estudio de la ex derecha repiten las consignas de la Izquierda. Uno esperaría que hilaran más fino.
Este es el segundo libro que ha escrito Mauricio Rojas sobre el gobierno de Piñera. El primero fue una entrevista al ex presidente publicado por la editorial del Emol, Conversando con Sebastián Piñera, basado en una serie de entrevistas con el Presidente de Chile.
No sé si entrevisto a los dos ángeles caídos de la ex derecha y que formaron parte del gobierno anterior: Pablo Longueira y Laurence Golborne. Pues como dice el columnista de la Nueva Derecha, Francisco José Covarrubias en ‘El Mercurio de Santiago’: “El ex Presidente ha decidido iniciar su "operación retorno" en los próximos días con la gira de presentación del libro -escrito por el converso Mauricio Rojas-"La Historia se Escribe Hacia Adelante"”. Es el piñerismo promoviendo al ex presidente para la contienda presidencial.
Según el ex mirista, Piñera innovo en los asuntos del gobierno: “Hay dos características que permiten sumar lo que fu su gobierno: realizador e innovador. Lo primero se refiere no sólo al cumplimiento de las ambiciosas metas de su programa sino también al tremendo esfuerzo que representó la reconstrucción del país después del 27F”. A Rojas no le interesa que no haya cumplido su promesa Sebastián Piñera que hizo en el Círculo Español, ni haya subido los impuestos dos veces, aumentado la burocracia y los estafas piramidales, entre ellas, el pos natal más extenso de la galaxia.
No votaré por el traidor y cobarde empresario.
Al parecer los académicos chilenos nos quieren vender la pomada. Uno de los dos no está diciendo la verdad. Recapitulemos.
Al parecer los académicos chilenos nos quieren vender la pomada. Uno de los dos no está diciendo la verdad. Recapitulemos.
Nos quieren hacer creer que fue un gobierno de centro de derecha, cuando su propio ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter sostuvo en una entrevista: “Me obsesioné con que nuestro jingle fuera con charangos, con quenas, "tráiganme una canción de Illapu o Quilapayún". Sostuve que era clave izquierdizar nuestra campaña. Creí y creo que era fundamental que tomáramos las banderas de lucha y planteamientos de la Concertación”. Ergo, engañaron a sus electores.
Una foto vale más las palabras. Ahí tenemos las fotos del ex ministro Rodrigo Hinzpeter con el retrato de Salvador Allende al fondo. El mismo político se encandalizó cuando José Piñera comparo al presidente marxista chileno con Adolfo Hitler. La diferencia es que Allende saco menos votos que el cabo austríaco. Volviendo a la actualidad, Bachelet sacó menos voto que Allende. La actual mandataria saco un 26%, y no 33% como dije en el post anterior. Eso lo obtuvo Allende.
Y las fotos del ex presidente Sebastián Piñera con los ex presidentes de la ex Concertación, cuando le pedían consejo para gobernar: los demócratas cristianos. Patricio Aylwin y Eduardo Frei Tagle, los socialistas Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
El primero fue extorsionado por los grupos terroristas chilenos, el segundo eliminó el artículo en que se prohibía el nepotismo en la administración pública, el tercero es creador de ese barril sin fondo que es el Transantiago y por último, la cuarta que le hizo la vista gorda, cuando Hugo Chávez cerró un canal de televisión. Además de subirse el sueldo o la jubilación a los ex presidentes y su ineptitud el día del terremoto. Les pedía consejo a quienes han hecho reformas que han fracasado, mientras los llamados ‘Movimientos Sociales’ liderados por la comunista Camila Vallejo llevaba a la práctica las palabras de Bachelet: “cuando la izquierda sale a la calle, la derecha tiembla”. Por eso, estuvieron muertos de miedo hasta el último día en La Moneda, que la ex Concertación que se transformó en la Nueva Mayoría al sumarse el Partido Comunista veía la Casa de Gobierno como el Palacio de Invierno de los zares. La oposición apoyaba los diversos alzamientos que hubo con los estudiantes, los empleados públicos y en las regiones de Aysén y en Punta Arenas. Habría que crear la sensación de descontento y rabia.
Otra frase que decían los ministros del gobierno de Piñera y parlamentarios como Prokurica: “Piñera en 11 meses lo que la Concertación no hizo en 20 años”. El ex diputado Rivas decía: “El Gobierno de Piñera en dos años ha hecho lo que no se hizo en 20 años”. Por hacer se refiere a que mientras la derecha fue opositora a la Concertación se opuso a ciertos proyectos que aquélla consideraba dañino al país, hasta que llegaron al gobierno y los ejecutaron.
El ex presidente se sumo a la coro de los falsos “Indignados” al manifestar en su gobierno: “Las desigualdades en Chile son excesivas, inmorales, intolerables”. Sabemos que eso resulto falso y que al chileno no le gusta el igualitarismo como se dijo en este blog durante la campaña presidencial. El magro resultado que obtuvo Bachelet lo demuestra. Mucho ruido y pocas nueces fueron lo que hicieron los llamados ‘Movimientos Sociales’.
Por esas razones y otras más, al gobierno de Sebastián Piñera se le llamo el V Gobierno de la Concertación.
Mientras buscaba esa cita en mi blog, encontré una cita más izquierdista de un representante de la Nueva Derecha, el profesor de la Universidad Adolfo Ibañez, Gonzalo Bustamente, quien escribió: “El presidente Piñera firmando el AVP. El ministro Bulnes anunciando una reforma constitucional que reconoce la educación de calidad como un derecho, sumado a desmunicipalización y aumento del apoyo estatal para la misma. “Los Hermógenes”, Libertad y Desarrollo, Büchi y otros, desafectados del gobierno”. Nótese que menciona instituto en forma despectiva.
Voy aprovechar este post para abordar un tema que salió anteriormente sobre los think tank, a saber, el financiamiento. Brevemente diré que dije: “no vaya hacer que los empresarios que financian Libertad y Desarrollo también le entreguen plata a los políticos de la DC/UP tal como hizo la empresa Soquimich (SQM)”. En efecto, cuando estallo la colusión del papel confort, que conllevo a la renuncia Eliodoro Matte Larraín del Centro de Estudios Públicos (CEP), llegue a un reportaje que hizo el medio de Izquierda Punto Final , donde comentan el libro Los Dueños de Chile de Ernesto Carmona, que pertenece al Colegio de Periodista de Chile. Valga la redundancia es comunista. En efecto, allí citan las palabras del bisabuelo de Eliodoro, Eduardo Matte Pérez, quien dijo las siguientes palabras hace más de un siglo: “Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa como opinión ni como prestigio”.
Más adelante dice el artículo que Eliodoro Matte participaba en el CEP, participa en el Instituto Libertad y Desarrollo, la Fundación Kast y Fundación Paz Ciudadana, entre otros.
¿No es raro que un centro de estudio de derecha o más bien de los oligopolios potencie a políticos de Izquierda? Eso ha sido la trayectoria del CEP. Cuando Bachelet se subió a un tanque, apareció rápidamente como figura con potencia en una encuesta de ese think tank. En la última elección presidencial echo abajo la candidatura de presidencial de la representante de la ex derecha, la señora Evelyn Matthei. En ese segundo gobierno de Bachelet de la noche a la mañana, el diputado de Revolución Democrática, que es una versión descafeinada del Partido Comunista, Giorgio Jackson apareció como el político destacado. Y ahora último, nos enteramos que el periodista y senador Alejandro Guillier aparece como presidenciable. Me acorde de la frase que Máximo dijo en su blog: “Lo levanto igual que Bachelet con el tanque. Colocan en las encuestas a los que ellos quieren y así manejan a la “opinión pública””. No es lo mismo que dijo Eduardo Matte “lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa como opinión ni como prestigio”.
Hay que hacer una aclaración. Una cosa son las grandes familias con fortunas y otra cosa es el Estado. Éste tiene más peso que los multimillonarios, pues como dice más o menos así un forista apodado Challenger: “Un funcionario te puede quitar el trabajo con un simple timbre o la vida”.
En conclusión: los académicos de la ex derecha están mintiendo.
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