Resulta que el PSOE aprovechó el "desliz" del candidato del PP para volcar su campaña en los días restantes a hablar del machismo del candidato del partido conservador. Ante esto el candidato aludido actuó cobardemente (como corresponde a todo político de la derecha acomplejada española) y casi dejó de dar entrevistas y salir en público para no tener que poner la cara ante el mal paso que había dado.
Al final el PP terminó ganando con una sustancial baja respecto a las elecciones del 2009 pero sin dar muestras de que el mencionado comentario del afectara notablemente en el electorado femenino.
Todo eso viene a cuento por lo que pasó en las elecciones del 8N en Estados Unidos. Fíjense este titular del progre Público: "Las mujeres blancas 'traicionaron' a Clinton y dieron la victoria a Trump por 10 puntos pese a su machismo".
Por mal que le pese a la prensa progre la segmentación en sexos, razas, nacionalidades no siempre funciona como ellos esperan. Los progres piensan que en ese afán de dividir la sociedad en grupos terminan ganando y por suerte se equivocan. Una vez más su visión de la realidad se muestra errada.
De todos modos, como en el chiste "El enmascarado no se rinde" sale ahora Sanders a amenazar con el próximo éxito de la estrategia de la segmentación:
"Si (Trump) sigue políticas racistas, sexistas, xenófobas y contrarias al medio ambiente, nos opondremos firmemente a él"
Finalmente no tengo más que reconocer la correcta postura de otro ícono híper progre como Susan Sarandon, que dejó claro antes de las elecciones que "no votaría con su vagina".
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1 comentario:
Cierto feminismo actual da vergüenza ajena. Y da vergüenza a las mujeres.
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