Antes del crimen del matrimonio Luchsinger MacKay, la directora del Instituto Nacional de los Derechos Humanos, Lorena Fríes había escrito una columna en ‘La Tercera’, titulada “¿Guerra en Arauco?”: “El sentido común, sumado a la evidencia de que se trata de un conflicto con siglos de historia y sin soluciones satisfactorias hasta el presente”. Eso es falso, porque en el Gobierno Militar como ilustra Julio Bazán Álvarez en su libro “¿Es mapuche el conflicto?”, el tema de las tierras estaba prácticamente resuelto. Llegó la Concertación y creó un problema donde no había. En el blog Cuidado por quien votas hay un resumen del libro o en el blog del escritor Julio Bazán , quien dice que no existe tales derechos de tierras por parte de los mapuches, y que los Gobiernos de la Concertación crearon un “Compromiso de Estado” por el aquel entonces ministro Viera Gallo, de entregarle tierras a las mapuches. Pues bien, al no haber oferta, ya que los propietarios tienen vigente su propiedad al estar inscrita, entonces “ el gobierno se ha movilizado presionando a pequeños agricultores para generar un poder vendedor”. Además, la ley que creó la Concertación abundan conceptos vagos como “tierras ancestrales” y “pueblo mapuche”. El autor señala que “El problema en La Araucanía es un problema de soberanía no de orden público” y que “Se han transgredido las normas del estado de derecho”.
La directora se queja de la presencia policial en la Araucanía, si el trabajo de los policías es detener a los delincuentes. Y aquí le sale el lenguaje colectivista : “sino también a los integrantes del pueblo mapuche que sufren la violencia y el acoso policial como parte de su vida cotidiana…La solución al conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche es de largo”. Ella sabe que los integrantes de esa comunidad que comentan delitos, serán perseguidos. Ellos, no el resto de los mapuches que trabajan en forma honrada.
Tres características del pensamiento de Izquierda: primero, expresarse en términos de grupo y no de individuos. En un foro sobre el teatro que trasmite el canal ARTV, en un panel un actor se quejaba de que la palabra ‘colectivo’ hubiese desaparecido del mundo político. Políticos y seudo académicos de Izquierda en este último tiempo han reivindicado la tribu sobre el individuo. Usan la expresión ‘pueblo mapuche’ para quedar como víctimas. Así, Ernesto Águila de la Fundación Igualdad escribe: “Dar cuenta tanto de lo que es común como de aquellas diferencias que puedan dar lugar a derechos colectivos que el Estado debiera reconocer y proteger es hoy uno de los principales desafíos de las democracias modernas”. Y así, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade se expresa a propósito de la Ley Hinzpeter: "No hay peor que ocultar la incompetencia declarándola la guerra a las personas. La impericia del gobierno ha sido tan brutal que intenta soslayar esa falta de inteligencia, declarándola la guerra al pueblo mapuche, en este otro caso intenta declararle la guerra al movimiento social, yo insisto que este gobierno sigue teniendo la capacidad de hacer peor las cosas que ya hace mal". Cuando estaba el comunismo en su apogeo, políticos e intelectuales de ese sector hablaban de la clase proletariado. Sin un individuo de esa condición aspiraba a vivir como capitalista, pobre de él. Segundo, lo que funciona, entonces, hay echarlo a perder. Por ejemplo: tanto la educación como la salud privada son las buenas. Sin embargo, desean por todos los medios acabar con ellos, cuando la salud y educación estatal son las malas. Culpan al mercado de la creación de burbujas, cuando es el Estado. Tercero, crear conflictos artificiales, por ejemplo: los falsos ‘indignados’ chilenos con sus actores sociales y sus intelectuales como el sociólogo Mayol.
En una carta que escribió la señora Fríes sobre la Ley Anti Terrorista, concluye que “desde la lógica de la política y no desde la de la guerra” se tiene que solucionar el problema. Éste es artificial. Al principio de la carta, que el INDH afirma Fríes que esa institución vela por todos los derechos. Un abogado de derecha en ‘La Tercera’ sostuvo que no está entre las tareas cuestionar la aplicación de esa ley. Por tanto, el INDH se está saliendo de la ley.
Cuando fue el crimen del matrimonio, estaba en Lincan Ray. Tanto mi madre como una señora viñamarina que veranea en ese balneario conocen a una de las hermanas de la fallecida. Mi madre fue a darle consuelo a la hermana que vive en Viña. Por una parte, lo que le contó ella espelúznate. En efecto, después de que el fuego consumió la casa, encontraron muchas vainas de subametralladoras y otras armas. Saque la cuenta usted cuántas balas dispara por minuto una subametralladora. Además, encontraron en bidones aceleradores de combustibles. Vean que la contienda ese desigual. Mientras los agricultores se defienden con escopetas, los terroristas atacan con subametralladoras. Y así la prensa se escandaliza porque la adquisición de armas en la Región de la Araucanía se ha disparado. Por lo que se desprende de lo anterior, que el objetivo de los terroristas era matar. Finalmente, mataron. Llamar encapuchados como lo hace la prensa a los terroristas, porque andan con el rostro encubierto, resulta un eufemismo. Son terroristas que desean provocar temor y matar.
En el audio de la grabación de Vivianne McKay llamando a carabineros, ella dice a los 10 segundos, que su marido cayó herido. La hermana de la difunda le decía a mi madre, cómo es que carabineros no tiene un programa informático por cuadrante para ubicar los fundos. El carabinero que recibió la llamada, no sé ubicaba. En esa misma semana, TVN mostró un reportaje de una unidad de la PDI en el desierto que cuentan con miradas infrarrojas y otros equipos electrónicos para ver en la oscuridad. Los policías parecían militares. Era la versión chilena de los Texas Rangers. Con todo, en la región de la Araucanía la policía está impotente.
Después de la muerte de la pareja de ancianos, la señora Fríes dijo en una entrevista en CNN Chile, que "No hay terrorismo en Chile" en el país no existían terroristas. Si alguien o un grupo le atacaran su casa, no diría eso. La institución que dirige ella no respeta los derechos humanos de primera generación: la libertad, la vida y la propiedad. Los tres derechos que fueron pisoteados en el crimen.
Por otra parte, la muerte del matrimonio nos revela las cualidades que tenían ambos. Así, la hermana le contó a mi madre, que el dueño del fundo, Werner Luchsinger , iba a defenderse si lo atacaban, pues era legítima defensa. La esposa le dijo a su hermana, Vivianne McKay, que ella iba seguir a su marido. Cuando el esposo cayó herido, ella llamó como todos saben a carabineros. Ella pudo salir de la casa, cuando comenzó el incendió, sin embargo, prefirió estar al lado de su esposo. ¿Qué nos revelan ese acto? Valentía, determinación y coraje en defender lo que uno cree, que es precisamente, lo que les falta a los representantes de la Derecha y del Gobierno. Para los que amamos la libertad, la trágica muerte de esa pareja de ancianos debiera servirnos de ejemplo. El presidente Piñera le teme a una minoría que no llega ni al 3% del electorado, porque teme que van incendiar el país. Es un contrapunto poner al agricultor asesinado al lado de Sebastián Piñera. El primero es valiente, el segundo un cobarde.
Para llegar a lo que se llegó, previamente, hubo por parte de los terroristas y de la Izquierda un asesinato de imagen. Ahí está la foto, en que culpan al agricultor de la muerte del activista o terrorista Matías Catrileo, en que la justicia determinó que lo mató un carabinero, pues Catrileo estaba invadiendo una propiedad. A éste último lo quieren convertir en alguien parecido a los hermanos Vergara del Mir. Ellos trasgredieron la ley matando a comerciante y a carabinero. Sin embargo, el policía que lo líquido, es “violador de los derechos humanos”. Hay un video en Youtube en que se muestra la odiosidad que ha alcanzado, todo por culpa de la Concertación, titulado: “Disfruten como lloran burgueses MacKay Luchsinger al quemarse vivos en atentado”.
La hermana de la fallecida contaba verdades conocidas. Que la política de entregar tierras no sirven, porque después los mismos mapuches no la trabajan y se la venden a los huincas. Además, le contó que esa propiedad se la compraron al señor Fuentes, éste en su momento se la compró al señor Edwards, y éste en otro momento, se la compró al señor Müller. Y así, sucesivamente. Me explico así, porque tanto los políticos como los estudiantes tienen problemas de comprensión de lectura.
Pedía justicia y máxima sanción al criminal. Con todo, se mostraba escéptica porque aparecían los derechos. O sea, desde tiempos del Gobierno Militar hasta ahora, cada vez que un terrorista identificado con la Izquierda, aparecen los ‘expertos en derechos humanos’. ¿Dónde estebaban los observadores de hh., del famosos Instituto que no se atreven de ponerse entre los agricultores y los terroristas?
Daniel Mansuy escribe a propósito del crimen: “la derecha pidiendo incendiar la pradera con mano dura, y buena parte de la beatería progresista relativizando la gravedad de los hechos en nombre de una historia dolorosa (asumiendo, de paso, el punto de vista exactamente contrario que el mismo sector impulsa en el Museo de la Memoria: ¿en qué quedamos?)”. ¿Alguien me puede decir que tienen que ver este crimen ocurrido en el presente con el terrorismo que la Izquierda realizó, ya antes del 11 de septiembre y durante el Gobierno Militar? La historia dolorosa es que a la guerrilla o terroristas no se los pueden matar. Como he dicho, la declaración de Camila Vallejo descartando por ahora la vía armada, la muerte de los carabineros rurales argentinos adjudicado al Mir y FPMR chileno, la muerte de los brigadistas de Conaf como alguien recordó en la sección ‘Cartas al director’ del ‘El Mercurio’, el asesinato del cuidador y la quema de los perros, y por último el crimen en Vilcún, refutan el propósito del Museo. Las personas vinculadas a la Izquierda son las encargadas de echar a pique el Museo. Las personas de Derecha piden aplicar la ley, no incendiar la pradera.
La hermana de la fallecida le contó a mi madre, que las personas en esa zona están aterrorizadas. Los terroristas consiguieron el objetivo. Además, que a una familia cercana al fundo de los Luchsinger también le quemaron la casa antes.
Cuando estaba en su apogeo el Comunismo, los zurdos hablan despectivamente de la burguesía, y hoy hablan de la gente linda. Así, mientras buscaba más información sobre el horrendo crimen, encontré la columna del socialista Alfredo Joignant, titulada “La Muerte y la gente linda”. Parte sosteniendo que nadie en su sano juicio pretende relativizar el homicidio. Sin embargo, según el columnista de ‘La Tercera’, Mansuy la Izquierda pretendió hacerlo. En su columna, fomenta la lucha de clases al afirmar: “Lo que explica la conmoción y la alarma pública provocada por la muerte del matrimonio Luchsinger-MacKay no es el hecho en sí mismo, sino más bien la identidad social de quienes perdieron la vida y el atentado a la propiedad privada involucrado: blancos, de origen suizo, propietarios de tierras, gente al final de cuentas poderosa desde el punto de vista de su estatus civil. Dicho de otro modo, la alarma radica en que quienes murieron forman parte de aquel selecto grupo de chilenos que se suele calificar como “gente linda”, o si se quiere “gente bien””.Menciona una serie de nombres tales como “Mendoza Collío, Lemún y Catrileo”. Estos tipos murieron, porque se estaban tomando un fundo.
Si alguien quiere buscar un culpable, les sugieran que pidan la cabeza de la señora Fríes, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, pues los terroristas que han quemado más de cien camiones y otros tantos ataques a los agricultores se sienten amparados por ella. Y que se querellen contra el ex presidente Patricio Aylwin y el ex ministro José Antonio Viera Gallo por los problemas actuales en la Araucanía.
2 comentarios:
Muy interesante y bien descriptivo de la terrible realidad que viven los propietarios de fundos frente a los indios mapuches que usan métodos criminales sin que pase nada.
El enmascarado:
El Gobierno de Piñera teme sancionar a estos terroristas. Prefiere como dice un amigo de Santiago, la muerte de un no mapuche de vez en cuando y otro atentado, que aplicar ley. Porque si lo hacen, las organizaciones de derechos humanos y la Izquierda, los va tildar de 'fascistas' o 'pinochetistas', lo que es absurdo.
Dijeron que pensaba aplicar el Estado de Sitio en la Araucanía, y todo quedó en puras palabras la galería.
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