Durante el primer gobierno de Bachelet salió a relucir el concepto el empoderamiento ciudadano, lo que significa que el hombre común y corriente tiene hacer valer sus derechos más que nada ante las empresas privadas que se aprovechan y abusan de los consumidores, que ante los propios abusos que hace el Estado a través de sus diversos servicios. También significa enterarse de las actividades del gobierno a través internet. De ese modo, no sólo fiscaliza el parlamento, sino cualquiera persona. Por lo general, cuando los funcionarios públicos hacen huelga no son sancionados por la autoridad.
Empoderamiento ciudadano significa participación ciudadana, que se traduciría en el gobierno ciudadano.
Así, en una movilización realizada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) por el 29 de agosto del 2007 se alegaba “en protesta por el "maligno" sistema neoliberal y con el fin de mostrar su más ferviente rechazo a la brecha social en el país”. Esto ocurrió en el primer gobierno de Bachelet. Varios políticos importantes de la ex Concertación se sumaban a los ciudadanos empoderados, entre ellos, el ministro José Antonio Viera-Gallo y el parlamentario Camilo Escalona. El ex ministro compartía las críticas al sistema económico liberal.
Luego en el gobierno de Piñera, el empoderamiento ciudadano se transformó en el indignado, que supuestamente estaba hastiado del sistema económico que instalaron los militares y de las colusiones de las grandes empresas, que, por cierto, fueron creados por el socialista Ricardo Lagos, quienes en la última campaña apoyaron a Bachelet. De los indignados pasamos a los Movimientos Sociales de los estudiantes dirigidos por la comunista Vallejo y los trabajadores.
Al final sabemos que todo las protestas supuestamente contra el sistema económico resulto el título de la obra del dramaturgo inglés Mucho Ruido y pocas nueces. La Nueva Mayoría apenas obtuvo un 26% de los votos, con todo, siguen imaginando en sus fantasías que lograron más del 50% de los votos.
En la cuenta del 21 de mayo de 2009, en su discurso a la nación, Bachelet destacó la Ley de Transparencia:
“Todos los ciudadanos, con un clic en su computador, pueden hoy tener acceso a la información del Estado y saber lo que hacemos, controlarnos, fiscalizarnos, cuestionarnos y demandar respuesta. Es, probablemente, el acto más potente de empoderamiento ciudadano que hayamos tenido en los últimos 20 años. En democracia no hay temas vedados al análisis responsable y libre de la ciudadanía. Las dictaduras tienen tutores; la democracia tiene ciudadanos. En una sociedad pluralista se usa el argumento, no la mordaza. Y si mejora el debate, mejora la democracia”.
Las tres últimas frases la podríamos contrastar con ley mordaza que desea establecer la diputada comunista, Karol Cariola contra cualquiera que “actividad que comprenda tanto actos de honor, apología o alabanza, como de negacionismo o justificación respecto del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, de sus perpetradores y colaboradores, tanto civiles como militares”. La moción de Ley establece penas de presidio de tres años y un día, hasta veinte años. Y con multas que van entre 21,5 millones hasta 129 millones de pesos. Hay que agradecerle al tonto inútil de la Demócrata Cristiano, Ignacio Walker por haberle cedido los seis asientos al Partido Comunista. La Izquierda chilena no desea debatir la historia de los últimos 50 años.
Cuando se refiere a que “Las dictaduras tienen tutores”, por cierto, no se refiere a las dictaduras comunistas. Después de todo, no sabemos lo que piensa de lo que fue el Muro de Berlín, y su famoso trote para ver a Fidel Castro nos ilustra que no le importa el régimen político de la isla caribeña. Ahora bien, si se refiere al Gobierno Militar, las leyes y decretos que promulgó la Junta de Gobierno eran publicados. Bachelet omite que en lo que quedaba de democracia en la Unidad Popular, ese gobierno ocultó el proyecto informático Synco a la oposición.
Cuando se refiere a que “Las dictaduras tienen tutores”, por cierto, no se refiere a las dictaduras comunistas. Después de todo, no sabemos lo que piensa de lo que fue el Muro de Berlín, y su famoso trote para ver a Fidel Castro nos ilustra que no le importa el régimen político de la isla caribeña. Ahora bien, si se refiere al Gobierno Militar, las leyes y decretos que promulgó la Junta de Gobierno eran publicados. Bachelet omite que en lo que quedaba de democracia en la Unidad Popular, ese gobierno ocultó el proyecto informático Synco a la oposición.
El segundo gobierno de Bachelet a través del Servicio Nacional de Consumidor (Sernac) lanzó una campaña para empoderar a los consumidores. No tiene ningún sentido, que la Confepa, que es la asociación que agrupe a los apoderados de los colegios particulares subvencionados se queje ante el Sernac.
Tanto que han hablado de transparencia como una política pública importante, sucede que ahora este gobierno no quiere los resultados de la prueba el Sistema de Medición de calidad de la educación (Simce), que evalúa la calidad de los colegios. Y por tanto, se tiene un ranking de los diversos establecimientos. Todos ello, gracias a la gestión del senador socialista Carlos Montes. Según el parlamentario tal prohibición es para “prohibir que se use plata pública para preparar y falsificar, en el fondo, el aprendizaje”. Conforme a Montes, la plata es usada para preparar a los estudiantes a la prueba Simce.
El actual gobierno ha actuado de espaldas a los ciudadanos sin consultarles. A Bachelet le importa un comino las quejas de los apoderados de los colegios particulares subvencionados, quienes con la Reforma aprobada en la Cámara de Diputados no podrán seguir en esos establecimientos. Por eso, se oponen. Con todo ella insiste. En la reciente Cumbre Iberoamericana dijo: “nuestra reforma educacional tiene como paradigma cambiar de bien de consumo, a un derecho social, fortalecer la educación pública, para que sea de calidad”. Cuando Bachelet era estudiante de secundaria, no existían los colegios particulares subvencionados. El fin lucro, la selección y el copago que son las banderas de la Izquierda no solucionan el problema de la educación, ya que como señala un profesor el problema es que en el país existe el “analfabetismo funcional” entre los 15 y 65 años, que abarca el 80% de la población. El analfabetismo funcional significa que saben leer pero que no entienden lo que leen. Ese el problema. No el lucro, el copago y la selección. O la personalidad jurídica del establecimiento.
Ahora bien, según los senadores de Hernán Larraín, Andrés Allamand y Ena von Baer la indicación del mencionado senador socialista paso desapercibida , esto es, no quiso se debatiera y que pasara entre gallos y medianoche. Según Larraín: “Apareció como una norma que buscaba información –junto a un paquete de otras medidas-, cuando en verdad lo que hace es negar información a los padres y se aprobó dentro de un paquete sin que se estudiaran todas esas normas. Siempre se hace confianza y buena fe en lo que la secretaría de la corporación hace".
Hace tiempo dije que este gobierno iba a tramitar las Reformas con letra chica. Por eso, los senadores de oposición pidieron a la Contraloría de la República que anule esa indicación, ya que es contraria a derecho. ¡Ojalá hubiesen hecho lo mismo sobre respetar la Ley de Amnistía y la ficción ilegal del ‘secuestro permanente’!
Recientemente, el ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo dijo, “lo que país el país demanda es que se legisle en transparencia”.
Hablan de trasparencia a la vez que les niegan información a los padres y presentan indicaciones en el parlamento entre gallos y medianoche.
Pero, en el primer gobierno de Bachelet se había destacado la transparencia, y ahora a los apoderados en general, no sólo de los colegios particulares subvencionados se les va negar la información. Con tal de alcanzar el deseado igualitarismo.
Si no fuera suficiente la ola liberticida del actual gobierno, tenemos el “el fuego amigo” o los traidores que es tanto peor que los totalitarios de la Nueva Mayoría. Si alguien se molestó porque la diputada Hoffman que interpeló al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre dijo que el problema era él y no la reforma, el doctor en Filosofía y profesor de la Universidad de los Andes, Daniel Mansuy escribió en la columna ‘Una reforma (a) política’: “El diagnóstico subyacente es simple: la dictadura introdujo el mecanismo de mercado en la educación y ha llegado la hora de extirparlo en razón de sus múltiples efectos perversos. Bajo esa lógica, las resistencias sociales no son sorprendentes –toda cirugía implica alguna complicación- porque lo importante es el objetivo: al final del camino hay una sociedad pacificada y libre de toda segregación”. Escribió: “la dictadura introdujo el mecanismo de mercado en la educación”. No sé en qué colegio haya estudiado. Los padres de Mansuy eligieron entre tanta diversidad de establecimientos (mercado), uno de acuerdo a sus valores. Si es que leí bien, al profesor le interesa más que el ministro salga bien parado que defender la libertad de los padres en la elección de un colegio y a los sostenedores de los colegios particulares subvencionado.
Por un lado, queda probado, entonces, que Bachelet es una loca, pues está borrando lo que hizo en su primer gobierno. Y por otro lado, siguiendo lo que dijo en la cuenta anual del 2009 estamos en una dictadura. La Nueva Mayoría o Nueva Mediocridad desean convertirse en los tutores del los demás. El editor del blog Aullidos de Perros sostuvo que estábamos en la dictadura del 26%.
1 comentario:
Muy completo, como siempre Javier.
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