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Antes
del último 21 de mayo o después, escuché las siguientes palabras. En la última
rendición de cuentas que se realizo en el Congreso Nacional, en Valparaíso fue
asesinado el guardia, Eduardo Lara que cuidaba el edificio, donde trabajaban
los concejales del municipio porteño. Gracias a la bomba molotov, que lanzó un
estudiante de la Confech. Los únicos que lanzan ese tipo de bombas están en el
Partido Comunista.
Un profesor del ramo de física nos contó que
el liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso está tomado o infiltrado por el
Partido Comunista. Y que al día siguiente probablemente no tendría que hacer
clases, porque el colegio estaría tomado por estudiantes. El mismo profesor
contó que un niño de 11 años les pidió a sus padres que lo cambiaran de un
colegio particular al mencionado liceo.
Hubo un foro sobre la educación en otro lugar, donde ese niño dejo en
ridículo a una profesora de un colegio particular, ya que él dijo que venía de
ese tipo de establecimiento. Tal vez el niño vio ese bodrio de película
“Machuca”, que tanto les gusta a los progresistas, mientras educan a sus hijos
en colegios privados que seleccionan y lucran.
Otra
persona dijo que no había que dejarse influenciar por cualquiera de los dos
bandos: La Derecha y la Izquierda. Lo que significaba era lo mismo. Ese es el
precio de “abrazar las ideas del adversario”. Aquella había dejado la embarra,
por decirlo, con palabras suaves. No preciso qué desastre había hecho la
derecha. Es lo mismo la extrema Izquierda que la extrema derecha. Cualquier
movimiento o partido opuesto a las ideas colectivistas de la Izquierda es lo
mismo que el Partido Comunista. La misma persona antes había
tenido una polola beneficiada con la Beca Valech, porque un pariente se
había opuesto a la ‘dictablanda’. Ésta última era lo peor, no la Unidad
Popular. ¿Cómo querrán sacarse este gobierno, si no tienen las ideas claras?
Naturalmente, la mayoría de las personas que no se identifica con ninguno de
los dos, si les gusta disfrutar de los bienes y servicios del capitalismo. Con
todo, parece que no claro los valores que implícitos en la sociedad actual, ni
mucho menos están dispuestos a defenderlos. Puede que esté equivocado. ¿Cómo
pretenden sacarse a los matones de la Nueva Mayoría que pretenden llevarnos al
paraíso socialista bolivariano venezolano, donde la escasez, el saqueo y el
alto grado de violencia son la norma? Gracias al lavado de cerebro realizado
por la ex Concertación y continuado con la Nueva Mayoría sobre la Unidad
Popular y el Gobierno Militar muchas personas, sobre todo, los menores de 30
años se figuran que podrán disfrutar del sistema capitalista, y que en el país
jamás llegaremos a la actual Venezuela. En Chile no ocurren esas cosas o no pasa
nada. Después de todo, han blanqueado el gobierno marxista.
Después de la muerte del guardia de seguridad
aparecieron varios comentarios. Uno de ellos fue la socióloga Eda Cleary, en el
sitio “El Mostrador” lo resumió así la intervención de la académica: “sobre la
necesidad de educar con un pensamiento crítico como camino para superar la
violencia transversal en la sociedad chilena”. ¿No les parece sospechosa esa
afirmación? Un grupo de personas minoritaria provoca desordenes en la vía
pública, además, de los daños a la propiedad pública y privada, donde resulta
muerto un persona. Sin embargo, para la intelectual se trata de un asunto
transversal de la sociedad chilena. Esa afirmación es idéntica a una varios
académicos decían, y no todos de Izquierda de que en Chile existía lo
denominaba “violencia estructural”. Una persona que creía en eso, ahora trabaja
en la Fundación para el Progreso (FPP). No sé si pensara igual. Antes de que se
fuese para allá, a ese persona le intenté explicar que en el país no había tal
cosan en su blog. Asimismo, esa afirmación de la “violencia transversal en la
sociedad chilena”, supone que si un lado emplea la violencia, el otro lado no
tiene derecho a defenderse. Ese el objetivo de la Izquierda heredera de la
Unidad Popular reciclada en el gramscismo. El objetivo es el mismo que tenía el
gobierno marxista, sólo que cambia el método o el camino. Por eso, crearon el
Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) con el propósito de que unos
matones subyuguen por vía legal a la mayoría que no comparte sus puntos de
vista.
¿Qué es “la
violencia política” que menciona el Informe Rettig? Es lo mismo: es la
violencia transversal o la violencia estructural. Un grupo minoritarios de
fanáticos emplea la violencia, la extorsión, la amenaza, sin embargo, todos son
culpables, incluso los tienen derecho legítimo a defenderse, aun cuando el
Estado no los proteja. Recuerden que la mayoría de las personas desinformadas,
arrepentidas y partidarios de la ex UP, les gusta decir: “Todos somos culpables
del quiebre institucional del 11 de septiembre de 1973”. Se pone en el mismo
lugar a los totalitarios y violentista juntos con los partidarios de la
democracia liberal.
Se trata de llegar al empate. Lo mismo que hace
algunos al poner en el mismo lugar al grupo terrorista chileno de mediados de
la década del sesenta del siglo pasado, el Movimiento Izquierda Revolucionaria
(MIR) con el grupo de derecha Patria y Libertad. El primero opto la vía armada,
quiso instalar una dictadura comunista y asesino antes y después del 11 de
septiembre de 1973. El otro nació en respuesta del Mir, ya que éste lo protegía
el Gobierno de la Unidad Popular. Además, cuando los militares se tomaron el
poder, obedeció el mandato de éstos. En una nota de un capítulo del libro Desde
las Cenizas: Vida, Muerte y
Transfiguración de la Democracia en Chile 1833 – 1988 del periodista
norteamericano James R. Whelan, cita las
palabras del líder de Patria y Libertad, Pablo Rodríguez: “Lo más extraño de
todo esto es que debido a que las autoridades encontraron 20 cascos, unos poco
palos y unos extinguidores nos acusan de tener una organización paramilitar,
mientras que el Mir continúa armándose con impunidad”. Luego agrega el
periodista: “En contraste con la actitud
de tolerancia –y aún más de complicidad- del gobierno de Allende con el
descarado crecimiento de los grupos armados de la extrema Izquierda, incluido
el Mir, Patria y Libertad fue sometido a vigilancia constante y hostigamiento
constantes”. Una cosa que menciona en otra parte, los militantes del Mir tenía
entrenamiento militar en la ex RDA y Cuba.
Un
familiar que vive en Santiago dijo que los oligopolios eran producto del
mercado. Le intente explicar que no era así, que eso se producía por la
intervención del Estado. Luego saco el comentario de que el Gobierno Militar
sobre la privatizaciones. Le dije que las empresas estatales fueron dejadas
quebradas por la Izquierda. Había estado leyendo al periodista zurdo Matamala.
Una frase
célebre que acuño la Izquierda, es que ésta “comete errores y no horrores”. La
resume el historiador demócrata cristiano, Cristián Gazmuri: “Pinochet
cometió horrores, Allende cometió grandes errores”. Para la actual coalición
oficialista, la Nueva Mayoría, la quema de camiones y de Iglesias en La
Araucanía como la Iglesia evangélica de Padres las Casas, la muerte del
matrimonio de ancianos quemados Luchsinger-Mackay, los saqueos a tiendas o “turbanazo” como les llaman
ahora, y por último la muerte del guardia no constituyen una cadena horrores,
son errores que los matones de los Movimientos Sociales no sopesaron, ya sea
los mapuches terroristas, la Confech, Cones, la CUT o cualquier otra
organización tomada por el Partido Comunista. Y el saqueo a la Iglesia de la
Gratitud Nacional.
Además, están los choques a los automóviles para robarlos o
“portonazos”, el robo a los cajeros automáticos.
Con todo, al parecer el chileno se está acostumbrando a
estas anormalidades, de modo que lo antes causaba indignación, reprobación y era
sancionado, ahora lo tiene por normal. La excepción se convierte en la regla.
Y así nos estamos convirtiendo en una sociedad
aséptica, en el sentido “que no se compromete o
no muestra emoción ni expresa sentimientos”. Los mismos que alegan, desde la
Izquierda que la institucionalidad que hay despolitiza a las personas, en
realidad, les conviene. A Bachelet y a la Nueva Mayoría no le importa lo
piensan las personas por mucho que digan y usen la palabra ‘dialogar’. De hecho, la persecución política por parte
del Servicio de Impuestos Internos (SII), la fiscalía y la justicia a un
partido de la oposición y no a todos, esa muestra que estamos bajo una
dictadura democrática. Es a otro, no a mí. Luego le tocaran aquellos que
miraron a otro lado, como si no les afectara. Saben que el problema radica en
el gobierno, sin embargo, no se comprometen a sacarlos.
El
oficialismo cometió los mismos delitos, incluyendo al Jefe de Estado, y no le
pasa nada. A la misma mayoría que se opone al programa de la Nueva Mayoría,
cree porque todavía se eligen personas cargos públicos, estamos en la
democracia liberal. Así que no preocuparse de que el oficialismo siga con la
retroexcavadora.
1 comentario:
Necios. SOn ciegos, guiadospor ciegos.
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