10 de junio de 2017

El Theresazo



Cuando Theresa May, Primera Ministra del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, llamó a elecciones anticipadas hace casi dos meses, todo parecía sonreírle.

Disfrutaba de una luna de miel con el electorado tras hacerse cargo del balurdo que dejó David Cameron al renunciar en 2016, podía mostrarse como "sólida y estable" (su slogan de campaña) en comparación con un personaje como Jeremy Corbyn, ridiculizado desde dentro y fuera del laborismo por ser una caricatura del setentismo izquierdoso británico; y los más de veinte puntos de ventaja que las encuestas le daban a los conservadores por sobre los laboristas prometían un batacazo que incrementaría su mayoría parlamentaria de 17 escaños a posiblemente 100 y que le daría a May un poderoso mandato popular para sentarse frente a los popes de Bruselas de cara a las negociaciones por el Brexit.

Bajo cualquier óptica parecía justificarse la apuesta de adelantar las elecciones en vez de dejar que la legislatura siguiera su curso hasta 2020 tal como lo establecía el cronograma electoral.

Todas las ópticas fracasaron.

Su luna de miel electoral terminó convertida en pesadilla a fuerza de propuestas absurdas para el contexto (como legalizar la caza de zorros o establecer un mecanismo para pagar el cuidado a los ancianos que sería popularizado como el "impuesto a la senilidad"); el slogan de "fuerte y estable" se convirtió en una cargada a fuerza de volantazos cada vez que caía mal una propuesta de los Tories; Corbyn se mostró mucho más genuino y simpático ante el público en comparación con una May que le huía a los debates y se ganaba el apelativo de "robótica" a base de repetir constantemente frases hechas, y el laborismo logró que en vez del Brexit se hablara de la situación social interior y que los jóvenes compraran sus caramelos populistas para volcarse en masa a las urnas y llenarlas de votos Labour.

Como resultado, el prometido batacazo electoral se convirtió en una catástrofe: lejos de ganar tracaladas de nuevas bancas, la mayoría de 17 escaños en los Comunes se convirtió en un déficit de ocho que le hizo perder a los conservadores la posibilidad de formar gobierno sin ayuda de otras fuerzas.

Y la primera ministra que se iba a llevar el mundo por delante se convirtió en una zombie política, sostenida a duras penas en el poder gracias a un acuerdo de último minuto con los ultras protestantes de Irlanda del Norte (lindo efecto va a tener eso en el proceso de paz) para conseguir una mayoría ínfima, obligada a entregar asesores para calmar a sus propios ministros y parlamentarios sin que éstos dejen por ello de escribir la crónica de un regicidio anunciado, escuchando por lo bajo las risotadas de la Unión Europea, y sometida a reclamos públicos de renuncia de parte de Corbyn, los partidos opositores, y cada vez más Tories que ya no se sienten intimidados por el 10 de Downing Street.

Y además, dejando al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte frente a la posibilidad muy real de tener que volver a las urnas antes de fin de año cuando faltan menos de diez días para empezar las negociaciones formales por el Brexit.

Dos lecciones aprendió por las malas Theresa May luego de que todo le saliera mal cuando todo parecía irle bien, lecciones que espero que presten mucha atención por estos lados: la ingeniería electoral suele comerse a los ingenieros, y como a las armas, a las elecciones las carga el diablo.


8 comentarios:

Massa dijo...

Como siempre, un lujo su artículo. Debo decir que a mí nunca me cayó demasiado simpática Theresa May. Veremos ahora qué pasa, pero un escenario probable es que la echen en los próximos meses y llamen a elecciones, probablemente detrás de Boris o de David Davis (préstenle atención). Cualquiera de los dos va a rehacer el Manifesto para hacerlo bien conservador, y va a masacrar a Corbyn en los debates previos. Vamos que todavía podemos sacar la victoria de las fauces de la derrota (todo lo anterior es por supuesto wishful thinking, pero si no es para eso, ¿para qué comentamos?)

Anónimo dijo...

Theresa is a dead woman wlking, right now.
Maybe it´s time for Boris to step in
Jack The Roper

Anónimo dijo...

Mayor Paine, un lujo tenerte por acá.

Teresa Mayo -o Theresa May- resultó ser la única que no pudo masacrar en las urnas a un impresentable como Jeremy Corbyn. O sea, en términos futbolísticos, perdió un partido que en los papeles era fácil de ganar. Aparte con sus guiños al electorado laborista terminó por desbandar votos del electorado conservador.

Les juro que yo también pensaba que esto iba a ser una paliza histórica para el actual Red Labour, pero no: como les decía, el partido lo pierde May. Con BoJo o con otro conservador hecho y derecho ganaban hasta rengueando.

Lindo panorama tiene el Reino Unido de cara a las negociaciones por el Brexit, porque con estos resultados sobre la mesa los burócratas de Bruselas se van a sentir más confiados para negociar las condiciones del divorcio.

Massa, esperemos que si hay elecciones en el futuro próximo en el Reino Unido, le toque a un conservador puro ponerle punto final a Corbyn.

Andrés

Mayor Payne dijo...

Massa:

Primero que nada, muchas gracias por el comentario!

Theresa May tuvo una virtud en su momento: aparecer como la única seria y madura de entre todos los aspirantes a suceder a Cameron. Uno hubiera creído que con eso bastaría, pero se ve que tenía un fuerte déficit que no pudo esconder.

Coincido con el escenario que plantea. May tiene los días contados. Lo que no sé es si va a poder hacerse cargo un Hard Brexiteer como Boris Johnson o David Davis, dado que la opción del "Brexit duro" parece herida de muerte toda vez que el electorado no le quiso dar a May el mandato y los números para llevarlo a cabo. De todos modos creo que van a jugar a alargar la supervivencia artificial de May durante algunos meses, tanto para poder arrancar bien las negociaciones con la UE, como para ordenar a la propia tropa lo suficiente como para hacer lo más suave e indolora posible la transición de poder. Y además, claro, irritar lo menos posible a un electorado que está podrido de ir a las urnas una vez por año.

Eso sí, creo que se viene otra ronda de elecciones, muy probablemente antes de fin de año. Si bien considero que un Boris Johnson o cualquier Tory con algo de carisma humano va a plantarle buena pelea a Corbyn (uno de los mejores comentarios que escuché sobre estas elecciones es que cualquier otro Tory hubiera destrozado a Corbyn, y que cualquier otro laborista hubiera masacrado a May), también es cierto que Jeremy logró cambiar el eje del debate a cuestiones sociales y de servicios que los conservadores van a tener que saber atender muy bien si quieren recuperar la mayoría propia. Por no decir tratar de encontrarle alguna vuelta para disputarle a Corbyn el monopolio del voto joven...


Jack The Roper:

I agree. May is doomed. And sooner than later it'll be time for Boris to step in. Most likely to pull the knives out of Theresa's back and put her out of the Tories' misery.


Andrés:

Muchas gracias por la bienvenida!

Yo pensaba como vos acerca de la inevitabilidad de un triunfo de May, pero se ve que los conservadores tienen que replantearse seriamente unas cuantas cosas. Porque de otra manera no se explica cómo es que caló tan hondo un tipo como Corbyn, por quien hasta el día de las elecciones nadie hubiera dado dos peniques.

Es más, creo que May debería haber buscado otra manera de llegar todavía más a los votantes tradicionales del laborismo en vez de perder tiempo con volver a debatir la legalidad de la caza del zorro y meterse solita en el berenjenal de cómo pagar el cuidado de los ancianos.

En fin, ya veremos cómo viene la mano de acá en adelante.

Unknown dijo...

Estimado Mayor: en su opinión los atentados influyeron o no en la victoria pírrica de May?

Mayor Payne dijo...

Estimado Enmascarado, creo que los atentados fueron el clavo final en el ataúd electoral que se construyó May.

Y es que si bien quedo bien parada en lo que hizo a la respuesta a los ataques en si, cosas como el hecho de que casi todos los atacantes (si no es que todos ellos) ya habían estado en el radar del MI5 sin que se los investigara a fondo o se les impidiera salir o entrar al país según correspondiera, más las críticas por los recortes en la cantidad de agentes policiales, le terminaron pasando factura.

Y es que ni siquiera remarcar los contactos públicos y notorios entre Corbyn y el IRA, Hamas o Hezbollah pudo distraer el foco sobre el hecho de que la política de seguridad interior del Reino Unido depende desde hace siete años de Theresa May (el último año como Primera Ministra y los seis anteriores como secretaria del Interior, lo que la ponía a cargo de la Policia, el MI5, Migraciones, los controles fronterizos y la política penitenciaria). Eso fue un lastre muy difícil de remontar y creo que terminó pasándole factura el día de las elecciones.

Por otro lado, pareciera que Theresa compro algo de supervivencia por estos días, irónicamente de la mano de dos encuestas que le dan a los laboristas seis puntos de ventaja en intención de voto sobre los conservadores si las elecciones fueran hoy y que dan a Corbyn y a May midiendo lo mismo en imagen positiva. En un contexto así, difícil que los Tories vayan a querer inmolarse con un regicidio temprano y otra ronda de elecciones que podrían darle el poder a los laboristas. Creo que se juegan a que baje la espuma de estos días, y si la espuma que baja incluye la de la "Corbynmania", tanto mejor.

Saludos!

Sine Metu dijo...

Interesante que para formar gobierno la que dijo (con razón) que Corbyn era un amante del terrorismo se quiera aliar con el DUP

Unknown dijo...

Muy claro, Mayor. Muchas gracias. Saludos