20 de abril de 2005

El paraíso del Néstor y la Cristina

A través de Babalú llego a una página con imágenes excepcionales sobre el paraíso que reclama Nestítor, en medio de proclamas de dignidad y nuevos horizontes de progreso para los argentinos. (más aquí, aquí )
Cuba era en los años cincuenta la segunda economía de América Latina. Argentina la primera. A veces cuando veo las imágenes de los maravillosos edificios de la arquitectura de fines del siglo XIX en La Habana, no puedo dejar de recordar algunas escenas de nuestras propias ciudades, donde -por ahora por diferentes causas, aunque con los mismos efectos- el conjunto edilicio que se conformó en años de pujanza y esplendor se deteriora día a día, mientras se predica un futuro de bonanza y dignidad mientras se recorre un camino, paradojalmente inverso.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por motivos laborales he estado en dos oportunidades en La Habana y puedo confirmarte que muchos sectores de la ciudad está en ruinas y con la gente viviendo.

La parte más arruinada es la ciudad vieja, aunque la nueva, tiene como edificios más nuevos los que dejaron los americanos en la década del 50.

Por supuesto que la Revolución ha construído nuevos edificios y monumentos. Todos corresponden a ministerios y héroes de la Revolución.

Están recibiendo fondos para arreglar todo el frente que abarca el malecón, como así también la parte turística de la ciudad vieja.

Pero ésto no disimula lo arruinado y abandonado que está todo. No se construyen viviendas, y actualmente, una casa, sirve para que vivan tres generaciones de una misma familia.

No existe el crédito, porque la Constitución de Cuba, establece claramente que no existe la propiedad privada. Por lo tanto, nadie tiene nada a título personal como para ofrecer de garantía.

En fin. Todo muy triste.

Un saludo

Pablo

Anónimo dijo...

tommy, my lady si puede hacer shopping en La Habana. Hay comercios "exclusivos" para aquellos felices poseedores de dólares, donde compran artículos de "lujo" (electrodomésticos, jabones, perfumes, comidas varias, etc) para complementar su cartilla de racionamiento.

Algunos lugares, son exclusivos para turistas, donde los cubanos no pueden entrar.

Como tampoco pueden hacerlo en los hoteles de lujo y de turismo, si no tienen un extranjero que los ha invitado al lado. Y estoy hablando exclusivamente de los lobbys, confiterías y restaurantes. Tienen el acceso prohibido a las habitaciones (sean hombres o mujeres).

Hasta la victoria o muerte!

Pablo