Primer protesta contra "El Modelo K"

Durante los años noventa los medios de comunicación gastaron eso de "el modelo", y no había político con veleidades de opositor que no se declarara contrario a ese inasible enemigo público.
Lo cierto es que a pesar de la propaganda y la complacencia de los opinadores pagos, el gasto público delirante, el clientelismo, la hipertrofia del aparato político, que fueron causas del colapso financiero del 2001, siguen presentes. Del "modelo", sobrevivió lo malo. Y como lo peor es enemigo de lo malo, ahora lo acompaña el renacido estatismo, la pérdida de libertad económica, y el manejo faccioso de la economía que caracterizó al país durante medio siglo XX.

Los logros que hoy festeja la prensa y contenta a la masa tienen que ver exclusivamente con los beneficios de la devaluación, pero con el 3 a 1 apareció el otro "modelo", el que reemplazó el financiamiento de la fiesta pública con endeudamiento con el recorte confiscatorio de los ingresos de los sectores que producen commodities que mantienen precios en dólares.
Distinta, muy distinta sería la sanidad de las finanzas públicas sin los miles de millones que obtiene el fisco a partir de las "retenciones" a las exportaciones, un impuesto del 20% que hasta ahora los productores toleran, justamente por el río de dinero que les representa vender al exterior con el 3 a 1.

Sin embargo, sin mayor difusión y con muy poco espacio en la prensa, el campo comenzó a protestar por este nuevo "modelo K", que se profundizó con la prohibición de las exportaciones de carne, una maniobra contra los productores destinada pura y exclusivamente a repercutir en los diarios y a asegurarle a la base electoral del presidente el consumo barato de asado, el gran combustible nacional.

Ayer, en Saliqueló, los productores iniciaron una huelga de tranqueras ceradas. No hubo ventas de ganado y ni de granos., y terminó con un acto en la plaza. Protestas similares se van a desarrollar en Trenque Lauquen y en Rivadavia.
Seguro que van a aparecer los lenguaraces de siempre, acusando de estos paros a los "terratenientes"; a la "oligarquía vacuna"; o a otros epítetos sacados de los libros de Jauretche. Lo que no van a poder cambiar es el hecho de que allá, lejos de las ciudades, el "modelo K" empieza a fracturarse.