A veces parece que el Néstor y su banda de incompetentes encaramados en el poder actuaran convencidos de que cualquier cosa que digan o hagan va a ser tolerada por el país, a costa de billetazo, apriete o propaganda en los medios adictos.
Sin embargo el principio de acción y reacción es inamovible y tarde o temprano las consecuencias de lo que se hace se pagan de una manera u otra.
Hoy los diarios mostraron dos pequeños indicios de que siempre, indefectiblemete, la reacción aparece: Acá en Rosario, la idea delirante de controlar el mercado de la carne a fuerza de prohibiciones y arbitrariedades comenzó a mostrar su lado menos amable: Swift despidió a 332 trabajadores y a otros 413 se quedaron sin trabajo en San José.
En Colón, la gente se hartó de la inacción ante los cortes de ruta, y arremetió contra el piquete, restableciendo la circulación.
Más de uno debería anotar que no se puede tapar el sol con un arnero.
3 comentarios:
esos son nuevos ejemplos del caso de la gente o empresarios yendo por delante de los dirigentes. hace tiempo que se produce ese fenómeno en Argentina.
a pesar de tener los políticos más piolas y vivos del mundo éstos no hacen más que ir detrás del líder de turno. ya sea desde el oficialismo con su chupamedismo o desde la oposición, que no sabe otra cosa que callarse o bien oponerse a todo lo que provenga del gobierno.
pero hace tiempo que se carece de líderes que galvanicen la opinión pública hacia unos mínimos fines u objetivos comunmente deseados.
Rubén, no dejan de ser buenas noticias. Ahora, sin intención de caer antipático, debemos admitir que la Argentina no se caracteriza casualmente por ser una sociedad donde las batallas se ganan en la calle con la participación masiva de la sociedad. En ese sentido, somos muy pasivos y siempre esperamos que sea otro el que ponga el lomo.
Todo lo anterior lo digo en sentido descriptivo, no necesariamente se trata de algo negativo. Creo que debemos dejar de lado la “democracia popular”, de grandes movilizaciones, y abrazar definitivamente el modelo de la república, con una democracia representativa.
Cuando yo era muy chico no sabía nada de economía no entendía cómo al Estado le podía faltar dinero siendo que tenía la capacidad de "inventarlo".
Para nuestra desgracia, el Intend..., perdón, Presidente y su interventora en el Ministerio de Economía piensan de la misma manera. Desconocen que la inflación es un fenómemo monetario y culpan a los que suben precios o pretenden una suba de salarios. Y lo más triste es que el grueso de la sociedad les cree. Parece como que la culpa es del que se percató de que el dinero vale menos; y no del responsable de su pérdida de valor.
Si el Néstor quiere frenar la inflación, que simplemente deje de generarla.
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