18 de abril de 2006

Sobre la universidad pública (III)

Otra vez y ahora por tres días hay paro docente. Esta vez por tres días, en los que las universidades nacionales y la Tecnológica, cierran sus puertas. Mientras tanto el país mira para otro lado, y se interesa más por el 19% de aumento que el gobierno concede a los mercantiles, o a los camioneros. Con plata ajena, claro.
El desinterés por lo que sucede en la Universidad es tal, que hace más de quince días que la UBA intenta elegir rector y no lo logra, porque por la fuerza las agrupaciones de izquierda impiden que se reúnan los consejeros. El motivo es que el candidato más probable para el cargo -el mismo que le cedió la escalinata de la Facultad de Derecho a Fidel Castro, y le dió espacio en los claustros al Comnadante del Ejército de Venezuela- no es del agrado de los dirigentes de la FUBA.
Los gremios docentes se han convencido que los profesores son sólo "trabajadores de la educación", degradando el significado de la formación universitaria. En cierta medida son los propios responsables de equiparar la labor docente con la de los torneros, los estibadores o los changarines.
Los estudiantes, se mantienen en sus reclamos facilistas creyendo que la masividad y la falta de exigencias son logros y no señal de decadencia. Las agrupaciones políticas defienden el statu quo, que les sirve de inagotable fuente de "chapas" y de cantera de militantes. Cada día el modelo de la universidad pública se degrada más, y nadie, nadie, parece interesado en cambiar las cosas. Ni siquiera los docentes, que apenas se conforman con que les den lo mismo que a los camioneros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace 30 años que me recibí, y el sonsonete es siempre el mismo: "más" presupuesto (en realidad deberían pedir "mayor" presupuesto), universidad "abierta al pueblo", participación "democrática", etc. etc.En mi modesta opinión la clave son los docentes, ya que a los graduados no creo que les interese demasiado y los estudiantes (no todos, obviamente) básicamente quieren un título de manera facilonga. ¿Qué pasaría si hubiera una renuncia masiva (no una huelga, renuncia masiva) de docentes, y éstos crearan universidades libres, financiadas (como en el medioevo) por los propios estudiantes y contribuciones de empresas o particulares?

Louis Cyphre dijo...

Perdón, pero deberíamos ponernos de acuerdo en la definición de "estudiante". En el sistema actual, “estudiante” es cualquier persona que un día se levante con ganas de ir a la universidad. En algunos casos, ni siquiera hace falta tener la secundaria, ya que se puede entrar debiendo materias.

Si no cambiamos el sistema de admisión y permanencia en las universidades, por lo menos deberíamos redefinir los requisitos para ser considerado estudiante. Por ejemplo, estudiantes son aquellas personas que hayan aprobado por lo menos UNA materia de primer año dentro de los tres meses anteriores.

Luciano A. Cingolani dijo...

Humnldemente creo que la debacle de la universidad pública se debe casi exclusivamente a su sistema de gobierno. Lamentablemente, cualquier reforma a cualquier cosa en este momento y con estas autoridades indefectiblemente terminaría en algo peor. Por ejemplo, se podrían incorporar piqueteros al consejo directivo.

Y con el rumbo caribeño que llevamos, la única universidad que va a quedar en pie va a ser la de medicina.