6 de agosto de 2006

El periodismo argento prepara su noche.

Cuando se produzca el inevitable reflujo del kakismo, la marea se va a llevar a buena parte de los periodistas progres, de los que desde la vereda de enfrente cuestionaron a todos los gobiernos hasta que el poder de cooptación de los fondos públicos sobrepasó su ideales progresistas.
Mona Moncalvillo, que en los años del proceso era una de las firmas top de la combativa Humo(R), desde hace un buen tiempo funge de Komisario político en Radio Nacional. Rosario Lufrano, en una época adalid del periodismo bienpensante, hoy dirige Canal 7 donde se ha transformado en la gran amordazadora de opiniones independientes. El caso más delirante es el de Martín Granovsky, ex periodista de investigación de Página/12 ahora capataz de una agencia noticiosa que gracias a su gestión parece una copia de la Agencia Bolivariana de Noticias, si no directamente una filial de Granma. Noticias, esta semana pone también en la lista a Román Lejtman, que en América 2 trabaja para kirchnerizar los contenidos de la programación.
Esos son los nombres más notables, pero se puede poner en la lista a una cantidad enorme de periodistas y opinadores, entre los que no hay que olvidar a ese engendro que oficia de opinador, Eduardo Feimann, o al que "explica"las bondades de la bondades de la ausente política exterior argentina, y celebra a Fidel y a Chávez, Andrés Repetto.
En el año 2001, cuando todo se desbarrancó, el periodismo se mantuvo como una de las pocas grupos con cierta credibilidad dentro de la sociedad. Todos estos infelices, son responsables de que cuando el ciclo inexorablemente se repita, la prensa caiga en las mismas profundidades de rechazo y repudio que el que ya afecta a los políticos y a buena parte de las instituciones del país.
Y la noche, se va a hacer más oscura.

1 comentario:

Louis Cyphre dijo...

Hace rato que me vengo preguntando si todo esto es por plata, o solamente por plata. Yo creo que no. Los sobres mensuales seguramente explican en gran parte este fenómeno de prostitución periodística. Pero creo que hay más. Muy probablemente tenga mucho que ver la afinidad ideológica con todo lo que se viene haciendo a partir del golpe de fines de 2001 y especialmente desde la asunción de Kirchner.

Mucha gente ve en la Argentina montonera la concreción de todos sus sueños de juventud. La institucionalización del odio, el resentimiento, el revanchismo y la envidia. No lo deben poder creer.