Creo que pocas veces en la historia de la política argentina alguien dilapidó con más eficiencia y eficacia los votos recibidos que el radical (aunque ya no afiliado) Ricardo Hipólito López Murphy. Entre los millones de votos que sumó en 2007, cuando se veía a si mismo como la reencarnación de Sarmiento, hasta sus magras aspiraciones actuales de competir para Jefe de Gobierno porteño, se produjo una singladura marcada por desaciertos, silencios inexplicables, intervenciones a destiempo, que marcan un total y absoluto amateurismo de su parte y de la manga de inoperantes que se juntaron alrededor de él, con la intención de formar el partido que (sin animus iocandi, pero muy acertadamente) bautizaron Recrear.
Ahora, mientras sigue su eterno duelo de incapacidades con Mauricio Macri, y recela del gobernador Sobisch, se atraganta con que apareció otro jugador en escena, y en lugar de comprender que lo primordial es eliminar la posibilidad de que Kirchner siga destruyendo los restos de institucionalidad en la Argentina, le dedica sus ladridos asordinados por el fracaso.
Tradicionalmente se habló en la política argentina de la "Maldición de la Tercera Fuerza", que llevó a su lenta declinación a los que desde el 73 aparecieron en ese lugar en las elecciones: El Partido Intransigente, el Partido Federal, la Unión de Centro Democrático. Esta vez le toca al sellito de goma que avaló a RLM en su intentona electoral.
De paso, aprovecho estas líneas para confirmar que no voy a asistir a la cena de recaudación de fondos a la que me invitó Recrear, que se va a realizar mañana en el Sheraton, donde la tarjeta cuesta apenas mil pesitos. Pensaba ir acompañado por Papá Noel y el Ratón Pérez, pero a último momento mis compañeros de mesa desertaron, y la verdad, me da cosa ir solo a enfrentarme a semejante personalidad histórica.
13 comentarios:
UNA LUCA!!!????
Estos tipos viven en una nube de pedos!
Francisco P
Muy buen analisis, Ruben.
Estimado Ruben:
Coincido con lo de amateur,y que los que tiene alrededor son de madera y lo mismo es macri.Perfecto.
Pero... que pretendes que se junte con el palido lavagna (emergente de la recafieradora radical/peronista (o sea alfolso, duhalde)de la cual es hijo el tuerto??
Rubén, juro que te acompañaría, pero justo a esa misma hora tengo una cena con Patricia Bulrich. Avisame con más tiempo para la próxima, así me organizo mejor!
Quizás López Murphy sea más lúcido como hombre de pensamiento que en la acción política. De lo que escucho, sus reflexiones me parecen las más interesantes, y además me parece honesto intelectualmente, toda una rareza hoy en día.
Lo que no entiendo muy bien es la furia de usted contra su figura, que al fin y al cabo es la única que se anima a decir ciertas cosas públicamente en un clima totalmente volcado a la izquierda. Que no le vaya bien en las elecciones es otro tema: creo que se equivocó con Bullrich al respaldarla y no presentarse él, y en Provincia era demasiado arriesgado ir para senador frente al peronismo tramposo dividido en dos.
Pero es evidente que no es éste el mejor tiempo para la derecha en la Argentina, eso está más allá de él y de cualquier representante de ese sector.
No creo que sea de él toda la culpa de la desaparición de sus votos: este gobierno anduvo bien económicamente y acá la gente vota con el bolsillo. La Argentina que votó el año pasado no era la misma que había votado en el 2003.
Anmónimo: no pretendo que se junte ni que se deje de juntar. A ver... creo que la república está agonizando, en un proceso neo-rosista que ya analicé en otro momento. Igual que a Rosas, creo que hay que oponerle un Ejército Grande, y sacarlo a patadas.
No es momento de pelearse para ver quien luce mas en el cartel. Sarmiento, con su mal genio y sus ideas fuertes se hizo boletinero de Urquiza. Si López Murphy admira tanto a Don Domingo Faustino debería aprender de ese ejemplo.
Obvio que no estoy diciendo que Lasaña sea como Don Justo José, ni mucho menos, pero a esta altura es obvio que RLM no es el que pueda comandar semejante hazaña.
Bambi, puede ser que RLM sea más capaz en el pensamiento que en la política. Entonces, si lo que buscamos es el éxito en la política, que se mantenga en el mundo de las ideas, porque de otra manera resta y no suma.
No hay en mi tal "furia", sino que desde bastante cerca vi como operó y como opera el aparatito que lo rodea, que como Deus ex Machina pretendio sacarlo al ruedo como el salvador de la Argentina, ignorando lo que se le decía en cualquier lado diferente a su propio comando de campaña. Los mismos que lo hicieron desistir de ir de candidato a diputado para que el peronismo lo zamarreara como candidato a senador, y los mismos que ahora lo ponen a competir como Jefe de Gobierno.
Puedo explayarme mas pero... por mail
Comparto con blogbis el desprecio político para alguien que en tres elecciones, teniendo una base del 16% de los votos en la presidencial no logró un cargo para él. Es patético. Sin embargo rescato su parte académica.
¿Lo de la cena de mil manguitos es joda, no?
Damián santafesino
Custa una lucrecia. Posta.
Pero le dan dos gambas al distrito del comensal, así que si sos santafesino vienen doscientos manguitos para casita.
si hablamos de dilapidación de votos, no nos olvidemos de O. Bordón...
Creo que en cierto punto se tocan los extremos. RLM tiene algunas cosas que son propias de la izquierda más pura (la "unida" y las otras cincuenta). Como, por ejemplo, renunciar a toda posibilidad de una buena elección coronada con un cargo. Pareciera como que siempre es mejor perder y salir llorar.
López Murphy me parece de lo poco rescatable de la política, no obstante ello no quiere decir que no cometa errores; porque los comete: al igual que Macri, lo veo "blandengue" como para ser opositor y le hace falta más tenacidad para dicho rol, en criollo diría que hace falta que sea un "malo" (pero en referencia a tenacidad, fuerza, etc. Ojo, no hablo de que debe ser un mal político) como político.
Coincido con la idea de que Lopez Murphy no debería juntarse con Lavagna. Pero lamentablemente se confirma lo que presagió Mariano Grondona en su programa "Hora Clave": el enemigo a vencer no es Lavagna...sino otro.
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