4 de septiembre de 2006

Only in L.A. (Compilado latinoamericano Nº32 - EDICIÓN EXTRA)

La Constitución, a la basura (1)
Lo que importa es lo que quiere el partido. Lo que le importe a la gente no interesa, porque el partido es la patria, y nadie habla por el partido mas que nosostros. Ergo, nosotros somos la patria. La fórmula sirve para que el partido de Evo Morales declare a la Asamblea Constituyente como "originaria" y en consecuencia superior a la Constitución vigente, y a la ley que le dio origen.
No importa que se ponga al país al borde de la fractura, que se desconozca la opinión de las minorías. Hace falta arrasar al rival y consagrar la opinión del que tiene el poder.

La Constitución, a la basura (2)
Lo que importa es lo que quiere el partido. Nosotros somos la patria, hablamos por todos. Y no importa que las instituciones estén en juego. Como perdimos por poco, pero perdimos, desconocemos las elecciones, llamamos a la resisitencia civil, y pedimos una Asamblea Constituyente que cambie el sistema de gobierno. La fórmula la impulsa Andrés Manuel López Obrador, para jaquear la institucionalidad mexicana.
Si la cosa funciona, y no llega a reunir mayoría en la constituyente, siempre le queda apelar al método boliviano.

La Constitución, a la basura (3)
Todos los gobiernos autoritarios consiguen su elenco de intelectuales aduladores , de justificadores a ultranza, de constructores de andamios teóricos que avalen cualquier cosa. El argumento, es siempre más o menos el mismo: "Nosotros somos la patria, hablamos por todos".
Si hace falta ahondar un poco en el discurso (que alguna vez se aplicó a Mussolini, a Hitler, a Pol Pot, a Saddam...) basta con revisar lo que dice Juan Manuel Abal Medina, hijo del paragüero oficial del General, funcionario vergonzante y orfebre de la excusa.

2 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Pero por supuesto, la constitución y el orden legal no son más que métodos de sometimiento de la derecha legalista.

Pero por supuesto II, todavía andan dando vuelta por ahí la caterva interminable de aduladores, ideólogos y apologistas con pretensiones intelectuales que el PRI de México supo cultivar durante décadas.

Sine Metu dijo...

El reportaje de Enfoques es hasta más abyecto que el discurso de D'Elía en la contramarcha.