26 de diciembre de 2006

Evo, complice de la represión castrista

A Evo no le es suficiente con ser el responsable de poner a su país al borde de la fragmentación y a un paso de la guerra civil. En busca de un lugar en la historia negra latinoamericana baja cada día un poco más la escala, convirtiéndose en una versión subdesarrollada de los gobiernos títeres que plantó la URSS en la Europa del Este. Fiel a este modelo -en su caso de sumisión al castrochavismo- ahora emprendió la cacería de los disidentes cubanos en suelo boliviano, los cuales son enviados con pasaje pago a la infame Villa Marista.
La progresía latinoamericana, que vio en el Ekeko cocalero la promesa de una revolución indígena debe estar de parabienes.

4 comentarios:

Carlos dijo...

Los progres, que siempre encuentran una causa noble para luchar, van a aplaudir alborozados. Imagino la emoción de la gorda Bonafini ( y Verbisky, y Garré, y Bonasso, y D'Elía, y......) al saber que otro gusano más pagará cara la osadía de desafiar al comandante (embalsamado, I guess.)

Javier Bazán Aguirre dijo...

Vamos de mal a peor con Bolivia. A los progres no saben que existe el método ensayo y error, por lo cual todas sus ideas fracasan.

Sine Metu dijo...

En breve los castristas se convertirán en castrati.

Anónimo dijo...

Muchachos en Somalia y Darfur se están matando en serio, y los medios ni lo mencionan, es increíble.

Y tampoco hablan de la olla a presión que es Bolivia, una verguenza...