El título del post no tiene que ver con la disputa de las pasteras. Tiene que ver con las "pequeñas" diferencias entre los dos países, a pesar de que mi coblogger Malespina insista en que la argentización oriental viene avanzando.
En la Argentina, con el auge de la construcción la industria ha vuelto a ocupar su vergonzante primer puesto en siniestralidad laboral. Prácticamente o pasa una semana sin que los diarios den cuenta de un trabajador muerto en alguna obra. Ante esta situación el gremio parece no enterarse, y su existencia pública se limita a reclamos salariales, con aprietes a empresas incluído o a la aparción de algún performance mediática, como la fietita que el peronismo organizó en San Miguel hace unos meses.
En cambio el sindicato uruguayo -el SUNCA- reclama permanentemente por las condiciones de trabajo. A un sonado accidente en Botnia respondió con la inmediata paralizaciòn de las obras, y hoy paran por media jornada reclamando mejores condiciones de trabajo.
Y por acá? Bien, gracias.
4 comentarios:
pero vos no sos de la patronal?
anónimo, para hacer comentarios tan imbéciles hiciste un curso, o es un don natural?
De entrada hay una diferencia, vamos a llamar cultural, muy grande con nuestros hermanos uruguayos (aunque algunos le huyan al término). Los sindicatos están para cuidar los intereses de los trabajadores ¿no? No es tan así en Argentina, donde ser sindicalista puede resultar un negoción. Así como hay una diferencia entre los políticos aquí y allá, también la hay en los sindicalistas. Además acá rige el sistema de sindicato único que se presta siempre a la manipulación política. ¿Qué hubiera pasado en este caso si Uruguay tuvieran un sisetma así? Los de arriba habrían dicho simplemente "córtenla con esos caprichos que debilitan nuestra posición. Para piquetes ya tenemos a los argentinos".
Jejejjj… Ta bien, Rubén. :-)
No sé las estadísticas, pero no hace mucho en Ciudad Vieja hubo un error de seguridad gravísimo. Se desplomó una estructura y murió un obrero al santo botón.
El SUNCA en general es un sindicato serio (la excepción confirma la regla). Ahí tenés razón. No andan todo el día con la pancartita “ideológica”, se preocupan de verdad por asuntos laborales. Casi nunca se oponen a una inversión extranjera; para ellos es laburo, y punto. No le dan más vueltas al asunto.
A veces otros sindicatos los miran torcido por eso. En fin.-
Marcos:
¿Te has fijado bien en los ministros uruguayos? Fijate de nuevo, y con más atención. :-) Y fijate también el los figurines de la “oposición”. :-P
Después decime cuál te pareció rescatable.
En Uruguay también hay una central única, que es una especie de ministerio sin cartera (PIT-CNT).
Todos los sindicalistas de primera línea son progres, y si no hacen política desde su cargo, lo dejan y pasan al Parlamento (a una banca progre, por supuesto).
Los primeros de mayo son celebraciones frenteamplistas. Siempre fue así. Y lo sigue siendo.
El capo de la mafia bancaria, fue en la lista al senado del ministro de Economía (Astori). Está todo bajo control. :-)
Con la Universidad de la República y el resto de la enseñanza, lo mismo. Desde 2004, ni una sola huelga. Ni una. Si eso no es control, el control dónde está?
Cuando Juan Castillo y compañía (de la central, casi todos comunistas) le comiencen a hacer huelgas a Tabaré Vázquez, retiro lo dicho.
Lo dudo, porque Tabaré les dio un ministerio a los bolches (Desarrollo Social, Marina Arismendi). Ta todo bajo control.
Ah, y Juan Castillo fue segundo en la lista al senado por el Partido Comunista. No ocupó la banca para asegurarle paz sindical a su gobierno.
Publicar un comentario