24 de marzo de 2007

Flota de papel (o el realismo mágico latinoamericano en acción)


Así como ayer comenté la escena épica de Eduardo Avaroa resistiendo la invasión chilena, hoy no puedo dejar de comentar algo más respecto a las secuelas de la Guerra del Pacífico, que creo que para Bolivia constituye un trauma histórico que marca desde hace un siglo su incapacidad para revertir las frustraciones y la lleva a un espiral descendente que terminará a la corta o a la larga por consagrarla un nuevo estado fallido en el mapa latinoamericano.

Desde el final de esa guerra Bolivia justifica en buena medida sus fracasos en la falta de acceso al mar. Como si la misma circunstancia hubiera impedido el progreso en otros países mediterráneos como Suiza, Austria, o la República Checa.

Tal vez lo que ayudó a estos países es asumir lo que en realidad son y no vivir en la autocompasión. Ninguno de ellos tiene Armada, en cambio los bolivianos mantienen una surreal Fuerza Naval, con almirantes y desfiles donde pasean sus barquitos de papel (literalmente.)

2 comentarios:

Luciano A. Cingolani dijo...

Bolivia tiene armada sin salida al mar.

Nosotros tenemos poderes legislativo y judicial con el Néstor.

¿Cuál es la diferencia?

BlogBis dijo...

Cierto, Luciano. La única diferencia es que en el caso boliviano la situación es inapelable lo que en el caso argento da lugar a que alguno calce un argumento en contra.
Pero en definitiva la cosa se parece: allá barcos de papel.Acá, instituciones de papel.