23 de julio de 2007

El FPV y el cupo de hijo

Hace ya unos cuantos años que se introdujo en la política argentina el recontraprogre pero dudosamente igualitario invento del cupo femenino. Digo que dudosamente igualitario porque si hace falta que mediante la Ley de Género se determine qué porcentaje de las listas deben ocupar las mujeres es poco menos que denigrante, ya que parece institucionalizar el hecho que no se pueden ganar estos sitios por sí mismas. Y Micelli, Picolotti, y la Garré ya dan sobradas muestras de cuales son las capacidades de las mujeres en la función pública.
Ahora, los neomontoneros del Frente para la Victoria, ese extraño rótulo que emplean las listas del kirchnerismo para eludir el de Partido Justicialista (les será incómodo, querrán negar que son peronistas, who knows...) acaban de incorporar una nueva institución: el postulante "hijo de desaparecido". Para muestra dos botones: en la lista del extinto filmusismo iba Juan Cabandié. En Rosario, en la lista del ex caganciller, y recagandidato Rafael Bielsa, fue como precandidato a concejal Eduardo Toniolli, que además de integrar H.I.J.O.S. es representa al Movimiento Evita, y ergo apoya a la reencarnación de su hada madrina.

El asunto es que una vez efectuado el recuento definitivo de los votos de las primarias, a Toniolli le tocó apenas el insalible 7º lugar en la lista definitiva de candidatos a concejal, demostrando que la condición de "h.i.j.o." no atrae votos. No sería raro que ahora reclamen una ley de cupo obligatorio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El mal llamado "cupo femenino" es insultante para el género.

Ubica a las mujeres junto con los discapacitados la imposición a través de un porcentaje (los números siempre están sujeto a discusión) para ejercer un cargo aunque este último, la gente con hándicap, es más por integración por la desventaja física que por méritocracia.

¿Mujeres = Discapacidad?