Hace rato que sostengo que no hay en la historia política reciente del país un ejemplo de dilapidación de un capital electoral más prodigioso que el que con dedicación y esmero generó don Ricardo Hipólito López Murphy. Una posición que por otra parte, me ha valido la censura de la blogosfera lopezmurfista, que parece tan autista como su "lider".
Después de haberse negado sistemáticamente a competir por un puesto legislativo, en el que seguramente hubiera sido de alguna utilidad pública, el otrora bulldog amenazante ha reconfirmado su vocación de suicidio político ratificando que se va a presentar a presidente.
Para más opiniones, recomiendo ver la opinión al respecto de Dr. Lecter.
4 comentarios:
No se puede entender.
¿Para qué?
Cien por ciento de acuerdo. De una manera increíble, ha dilapidado el capital político por excelencia: la credibilidad.
Desde hace más de un año, ya se viene "postulando" a través de los medios a varios cargos (jefe de gobierno porteño, luego coqueteó con ser diputado por la provincia, después senador, después vice de Carrió), inventó la candidatura de Jorge Asís para gobernador bonaerense (y se le fue con Sobisch), dió un espectáculo muy triste con el retaceo de Macri y el portazo que le dió Elisa Carrió... ¿Es serio que alguien así se presente para presidente? ¿Cómo gobernaría? No sólo CFK y Carrió están chifladas en esta elección presidencial.
A mí me resulta indescifrable el caso López Murphy. Posiblemente sea la persona mejor formada para ser presidente, pero...
Yo coincido porque el post es realista, pero para mí también es cierto que no todo es electoralismo: López Murphy ha instalado un discurso republicano y de desarrollo económico, y creo que ese discurso crecerá más allá de la suerte política de López Murphy.
López Göttig, das lástima. Tu apoyo vale lo mismo que el de Macri, y no lo digo por López Murphy: lo digo por cualquiera que se anime a recibirte. Y así, aviso.
Me disculpo por la extensión.
Saludos.
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