8 de septiembre de 2007

La campaña de la Reina KK (y una reflexión sobre el traste de Merkel)

Hubo un tiempo en que los candidatos a cargos electivos se dedicaban a recorrer el pais de punta a punta. En la historia quedan aquellas giras en tren, con discursos al pie del andén, y una multitud arrobada con la oratoria y las propuestas del candidato.
Hace menos de veinte años, Menem pasó por cada ciudad medianamente importante en su célebre "menemóvil". De la Rua basó su campaña en los medios, y en un aparato publicitario armado por Agulla & Bacetti, que lo pintaba como un estadista hecho y derecho, prometiendo un Tony Blair criollo. Así y todo, en la campaña de 1999 no faltaron los actos, las visitas a provincias, las presentaciones de campaña.
Esta vuelta, la Reina KK ha inaugurado una modalidad insólita de promocionarse como la probable autora del tautológico cambio que a la vez es profundización de la gestión de su dorima. En lugar de tren, bondi, y gira de pueblos, en lugar de visitar autoridades locales, intendentes y jefes de comuna, la candidata hereditaria se pasea por el mundo. Ahora le toca a Alemania, como antes fue Mexico, y antes la France. Nada de Añatuya, Gato Colorado, ni Salsipuedes.

Lo gracioso, es que la prensa paga (Infobae, por ejemplo) celebra estos viajes como si la proximidad a un personaje como Ángela Merkel le diera prestigio a la quincuagenaria botoxeada de La Plata. Me pregunto, a propósito, que reacción tendría Cristinita si algún periodista no alcanzado por los fondos de Albistur y sus secuaces se atreviera a difundir una imagen de su real trasero, como pasó con Ángela. Otra que la de Cabezas, todo el poder de fuego montonero caería sobre el profanador de las flaccideces presidenciables.

(BTW, Iván que ha ha regresado al ciberespacio, opina sobre el viaje)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin Colegio Electoral con regalar inodoros y licuadoras por el GBA, y hacer parecer a Scioli como el "gran administrador" la elección está hecha.

Por eso la Cristi no necesita pasearse por el país, y en caso de lo que hiciera no podría realizarlo en lugares abiertos donde los silbidos acallarían su soberbia vengativa.

Habrá que ver cuanta bola le dan por allá, hay que seguir los diarios.

Anónimo dijo...

"falccideces presidenciables"
JUUUUUAAAAAA!
Grandioso!

Francisco P