En junio, decía acá que las derrotas en Capital y Tierra del Fuego podían disparar la declinación del Kirchnerato. Tres meses después la paliza en Santa Fe, y el bochorno en Córdoba refuerzan esa sensación, reforzada al ver que las ratas saltan desesperadas del barco.
Para muestra, ver estas líneas que se publicaron hoy:
"Son días excelentes para preguntarse acerca del verdadero alcance de los escándalos y escandaletes que sacuden a la Casa Rosada. A través de ellos se puede indagar en el comportamiento social.
"debería empezarse por Córdoba. Pero, medido de acuerdo con la influencia que tiene (o no tiene, justamente) en el funcionamiento de la vida cotidiana de la población, parece mejor citar en primer término la nueva farsa del índice inflacionario del Indek. El 0,6% de agosto resulta mucho más asombroso e indignante que las manipulaciones anteriores. Para el Gobierno, la flauta de pan francés se consigue a poco más de 2 pesos el kilo, cuando en las panaderías varía entre 3,50 y 5 pesos. La batata kirchnerista vale 1,75, contra casi 4 pesos de los supermercados. Y papa, zapallo, pollos, tomates, huevos, zapallitos, limones, manzanas, zanahorias, muestran diferencias pornográficas similares entre la realidad y la canasta kirchnerista"
La cosa sigue. Y los palos vienen del lado más inesperado. Los firma Eduardo Aliverti, en Página/12.
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