Hace unos días comentaba un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario que cuantifica en 5200 millones de dólares el aporte que el complejo sojero va a hacer en impuestos para mantener la ilusión de bonanza en la economía argenta, de los 7.000 que aportan las retenciones agropecuarias.
Veo hoy una nota en e-campo que este castigo al éxito de un sector de la economía es prácticamente una "originalidad" nuestra, que nos lleva a un dudosamente honroso primer puesto en materia de presión fiscal al agro en la región, y que de paso -como tantas otras cosas- contradice en los hechos el discurso oficial que se dice "industrialista": como las retenciones son superiores para los productos elaborados que para el cereal y los granos, se favorece la exportación de éstos sobre los subproductos.
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