"Florencia: escribo desde el vestidor de la Casa Rosada, que mandé construir donde era el Salón Blanco. Ese que los presidentes anteriores usaban para recibir gente. Lo adapté porque no pienso recibir a nadie y menos con los modales que están demostrando todos. ¿Podrás creer que el martes me hicieron un cacerolazo?"
Así comienza una imaginaria carta que la (vi)Reina KK le envía a su hija Kquita, publicada ayer en el diario montevideano El Observador. Pobre Kris, acá la cacerolean y afuera la toman para la joda.
El texto de la carta no está disponible online, pero puede leerse acá el scan de la versión impresa.
1 comentario:
Pathetic.
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