Maricas cobardes y arteras, la mazorca cristinista se la agarra con mujeres. Más bajos, rastreros y repugnantes no podrían ser.
"Las agresiones físicas a la esposa del encargado de mi campo fue un hecho intimidatorio ligado a las movilizaciones que estamos realizando en las rutas", dijo hoy a Infocampo Alberto Ruete Güemes, presidente de la Sociedad Rural de Cañuelas.
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