Hasta ahora, el gobierno K tenía una fijación con Shell, que para mí arrancó con la negativa de la empresa a venderle la red de estaciones de servicio a PDVSA. Desde entonces la castigaron con piquetes, presiones por los precios, multas por falta de suministro, y hasta le clausuraron la refinería de Dock Sud por supuesta contaminación ambiental. A las otras empresas, nada.
Pero hoy después de cuatro años de gobierno del Néstor, y a tres meses de que su heredera ocupara el cargo, la liga Petrobrás.
No me extrañaría que sea una vendetta por el fracaso de la "cumbre" energética, en la que la empresa brasileña le frustró a la Cris la ampliación de suministro de gas boliviano.
Pero Petrobrás no es Shell. En Bolivia le aguantaron la patoteada a Evo Morales, y le terminaron ganando la disputa por el precio del gas, y por el precio de las refinerías que el ekeko pretendió nacionalizar gratarola.
Habrá que seguir la pelea. Me parece que en esta, "Poronga" Moreno puede encontrar en José Gabrielli (presidente de Petrobras) un conrincante con más aguante que los empresarios argentos que como pavotes se aguantan que se haga el macho.
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