Mientras la impresentable Picolotti decía que la situación mejoraba, a lo mejor confiando en el pronóstico de una lluvia que no llegó, en San Pedro se armaron brigadas voluntarias para tomar por las astas el asunto de los incendios.
Como los helicópteros fallan o ni aparecen, los aviones hidrantes prometidos son simples fumigadores incapaces de lidiar con este fuego, los sanpedrinos organizaron un ataque naval con un buque arenero bombeando agua.
El diario digital La Opinión habla de una "pueblada en las islas".
(enterado del tema gracias a un comentario anónimo)
1 comentario:
al gobierno le debe haber parecido muy divertido incendiar los campos.
todo para tener ahora antes del paro algo de que acusarlos. Los zurditos para hacer política siempre necesitan un muerto y lograron unos cuantos!
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