Hace cinco años que la Argentina estableció que los precios internacionales del petróleo no la afectaban para nada. A pesar de que el país no se autoabastece de combustibles líquidos, se adoptó la teoría del Superministro De Vido del "costo argentino", y se mantuvo planchado el precio de naftas y gasoil.
La consecuencia mas obvia y palpable de esta política, con el barril pasando los 140 dólares es la escasez. Pero hay otras consecuencias, un poco mas dolorosas al bolsillo.
Como al precio que fijó algún funcionario es difícil conseguir combustible de calidad, hace rato que en los surtidores argentos se vende gasoil con un porcentaje de azufre que supera por mucho las recomendaciones internacionales. Además de los problemas ambientales que ya se denunciaron por el fueloil "azufrado", el diesel literalmente revienta los motores con inyección por Common Rail. El tema me lo contó hace un tiempo un repuestero, que cuenta que a autos con menos de 5, 10.000 km hay que abrirles la tapa de cilindro para cambiar piezas reventadas por el combustible berreta.
Ahora, se suma a esta joda la nafta.
1 comentario:
Terecermundización, que le dicen.
Pero con Dignidad, ojo.
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