No estoy viendo nada de los juegos. No vi ni siquiera la presentación que parece fue impresionante. Pero China sigue siendo China a pesar de los fuegos artificiales y los estadios diseñados por los mas destacados arquitectos del mundo que evidentemente no tuvieron pruritos a la hora de cazar un yuang de manos de un régimen que como al de la Alemania del 36 se le da una franquicia para la atrocidad.
El caso es que sí vengo siguiendo lo que hacen los argtentinos. Papelones, en general, de la más diversa índole. Como la impresentable Georgina Bardach que después de quedar cola de perro se alegra: "estoy contenta porque llegó el momento que esperé por más de un año. Por fin se terminó este suplicio" y agrega que lo suyo es Londres 2012.
Los dirigentes y funcionarios, como siempre, nivel paupérrimo. Planean ahora darle una beca a Paola Pareto. Ahora... no antes de la medalla de bronce.
Me pregunto a todo esto qué sabe Gerardo Werthein sobre management deportivo. Porque no creo que con ser un "empresario K" alcance para dirigir las delegación del Comité Oímpico Argentino.
5 comentarios:
Lo de la Bardach es lamentable. Nadie la obligó a ir a los juegos olímpicos a llorar su mala suerte y dar lástima.
No fueron felices las declaraciones de Bardach, pero creo que la supero la presion de varias cosas sobre todo la de pelear casi sola con el comite olimpico argentino durante tres años para conseguir becas para los atletas que iban a competir a Beijing.
Leí en Perfil la siguiente bolufrase:
'¿Por qué la joven promesa de la natación argentina no pudo repetir el bronce o lograr el ansiado oro? La respuesta no es difícil: porque además de ser deportista, es un ser humano, que vive y tiene problemas como todos'.
Me pregunto entonces: las demás...¿qué son?
Si ya durante estos últimos tiempos venía mal, ¿Para qué fue?
No se olviden que ganó una medalla para la natación argentina después de 68 años; si bien eso no la exime de culpa de su desempeño en estos Juegos Olímpicos.
Andrés
Taradeces son los comentarios aquí vertidos. En la puta vida se le dio importancia al deporte argentino. Una desconocida logró uno de los más grandes hitos deportivos de la historia (mayor que el Mundial de Futbol de 1986) y ahora sádicamente hacemos leña del árbol caído. ¡Lamentable!
Adriám
Publicar un comentario