1 de noviembre de 2008


Jorge, en su post, destacó la desproporcionada reacción de los homosexuales ante las equilibradas manifestaciones de la Reina Sofía, y los lectores (me incluyo) participamos en un interesante intercambio.
Pero somos testigos de un hecho similar hoy, al enterarnos que:

El Vaticano quiere evitar el ingreso de homosexuales a los seminarios y prevenir así posibles casos de pederastia perpetrada por sacerdotes de la Iglesia Católica.
Para ello, recurrirá a psicólogos para que evalúen a los aspirantes. La decisión, anunciada a través de un documento, fue fuertemente rechazada por comunidades de homosexuales, por considerarla racista y homofóbica.
El documento, publicado por la Congregación para la Educación católica, sostiene que el empleo de psicólogos puede ser útil para detectar 'las dependencias afectivas fuertes', la 'identidad sexual incierta' y 'la tendencia arraigada a la homosexualidad'.
Por supuesto, lo acusan de 'racista' y 'homofóbico'.
'Si el problema existe en los seminarios, también está entre los sacerdotes consagrados. Nos ofrecemos a ayudar a reconocer a todos los homosexuales que se refugian en el Vaticano. Los palacios sagrados van a temblar', anunciaron con tono provocador'.

Perfil

No es mi intención polemizar con Benedicto, a quien respeto muchísimo y creo que es un hombre sabio.
Además, él es el que conduce una religión y, en todo caso, deberá entenderse con sus fieles.
Según tengo entendido, los sacerdotes católicos deben ser célibes.
Y célibe es el que no quiere casarse y prefiere la soltería.
Pero a su vez, los sacerdotes católicos -célibes- deben hacer votos de castidad, lo que significa que deben renunciar totalmente al placer sexual, ya sea éste homo o héterosexual.
En definitiva, deben 'abstenerse', ser 'célibes y castos'.
Visto de esta manera, porco importaría que fueran homo o héterosexuales, en tanto y en cuanto se abstengan y respeten sus votos.
La intención explícita del comunicado del Vaticano es combatir la pederastia, e intuyo que en experiencia de los prelados  a los sacerdotes homosexuales les cuesta mucho abstenerse.
Y que en los héterosexuales, si no se abstienen, el resultado es socialmente menos escandaloso.
Pero hay un punto que parece omitirse en estas discusiones.
Los casos más aberrantes que conocemos en el ámbito religioso son de pedofilia.
Y esa desviación instintiva puede ser -genéricamente- homo o héterosexual.
Pero Kinsey y otros (1975) afirmaron que al menos una cuarta parte de las personas adultas pueden sentirse sexualmente atraídas por niños o niñas y no por ello ser pedófilas.
De hecho, si circunscribimos los términos 'pedofilia' y 'pederastia' al ámbito de la homosexualidad masculina, el término que describe a los héterosexuales masculinos que son atraídos por niñas es 'lolicon', que viene de la novela Lolita, de Vladimir Nabokov.
Es prematuro para que yo pueda sacar alguna conclusión.
Me quedo con la idea provisoria que los homosexuales masculinos pederastas parecen ser medio incorregibles.
Y que los homosexuales masculinos lolicon son -comparativamente- más calmados.
Situaciones similares han de vivirse -aunque no toman estado público- en los hogares y conventos donde hay monjas que cuidan niñas.
En fin, todo lo que haga la Iglesia para corregir estos problemas me parece espléndido, y si los gay, trans y demás critican e insultan lo único que hacen -para mí- es expresar su intolerancia.

4 comentarios:

Sine Metu dijo...

El problema es que la separación de la iglesia y el estado funciona según las ganas del polemista de turno. La iglesia es una organización optativa. El estado, lamentablemente, no.

Victor dijo...

Es verdad, si uno elije el celibato debería ser indistinto ser o no homosexual.

Digo a riesgo de de parece un cabernícola, a mi me resulta por lo menos inquietante un homosexual que quiera ser cura; en el mejor de los casos este mal informado.

Coincido tambien en que los homosexuales masculinos pederastas son reincidentes crónicos (estadísticas contundentes). No debería permitirse que tengan posibilidad de volver a hacerlo. Nunca.

GUILLE da MAUS dijo...

Mi estimado, creo que ustedes mordieron el anzuelo.

El documento emitido por el Vaticano es para evaluar la vocación y hacer mas claro el discernimiento de los aspirantes sobre ella. En ninguna parte se dice que se prohibirá o evitará a los homosexuales el ingreso a los seminarios. "Detección" no es "prohibición"... Como tampoco los homosexuales son una "raza" como para ser victimas de "racismo" por su orientación. La reacción de los colectivos (politicos) no solamente es desproporcionada: es estúpida.

Los documentos vaticanos los pueden ver en el portal ZENIT y en la web de la Santa Sede.

Canzoneri, Claudio I. dijo...

¡¡Bueno che!!, la Iglesia es como un club, tiene condiciones para ingresar y pertenecer, al que no le gusta, que vaya a otra institución.

Es sencillo.

¿Por qué yo no puedo crear un club de heterosexuales homofóbicos?, esas son las condiciones para asociarse y mantenerse.

Libertad de pensamiento y expresión.

Viva la discriminación. El hombre vino a este mundo para discriminar, todos discriminan, incluso aquel que dice no hacerlo, discrimina entre quien lo hace y quien no para apoyar a uno y rechazar al otro, así que dejémonos de joder.

Voy a discriminar hasta el fin de mis dias.

(Sine, ya no soy políticamente correcto jeje)

Saludos a todos.