Va a llegar un momento -como ha sido con todo en la historia argentina- en que este experimento populista-estatista sea clausurado y execrado por los mismos que los apoyaron y festejaron.
Como ha sido en cada una de estos ciclos, se buscará a un culpable que cargue con todo el peso del fracaso, y dos o tres de sus funcionarios mas notorios para que lo acompañen en las causas judiciales.
Esta vez la cosa debería hacerse en serio, y marcar debidamente a los colaboradores y colaboracionistas (uso la palabra, gracias a este post de Sine Metu). A propósito, anoche cuando se consumó el robo de 30.000 millones de dólares, 46 senadores votaron a favor contra sólo 18 en contra.
¿Hace falta recordar que la aprobación cuasi automática de este desfalco, viene de los mismos cuerpos legislativos que hace 7 años celebraron el default con una atronadora ovación?
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