Vi ayer en la televisión al obispo Richard Williamson explicando su postura sobre el descreimiento del genocidio nazi sobre los judíos y sobre las cifras de las víctimas.
Me parece contraproducente la censura que se quiere aplicar contra ese señor.
Considero que el nazismo es una ideología. Nefasta, como todos los totalitarismos.
Pero creo que no necesariamente es nazi quien quiera pensar que el nazismo no cometió los crímenes que se le adjudican. De la misma manera no considero automáticamente como comunista a quien niegue la existencia de los Gulags stalinistas o el daño causado por el comunismo en el siglo XX.
Si la sociedad penaliza cualquier juicio crítico que alguien realiza sobre un hecho histórico acabaremos creando jurados que terminen dictaminando sobre lo que se puede decir o no sobre el pasado.
Por ejemplo, muchos políticos argentinos serían los primeros en inaugurar esta suerte inquisición a favor de una supuesta verdad histórica absoluta contra quienes creemos que la cifra de los 30000 desaparecidos es inexacta y exagerada.
Volviendo al caso del Obispo, desmentir el holocausto es absurdo, pero más absurdo es ocuparse de la gente que se dedica a esa actividad. Allá ellos y quienes quieren seguir sus teorías.
En definitiva mi postura es: libertad de expresión ante todo, aunque a veces duela.
7 comentarios:
Suscribo 100%
Jorge, podrías definir el concepto de "censura" en general, y qué actores estarían involucrados en este caso en particular? Gracias!
Totalmente de acuerdo.
Una cosa es decir no los mataron en camaras de gas, o no mataron a todos los que dicen.
Otra cosa es decir hay que matarlos a todos.
Y otra muuuuuy distinta es HACERLO.
Esto es precisamente lo que intenté decir en mi comentario de anoche.
el problema es que no es un kioskero...sino alguien que influye, por su "trabajo" en los demas.
Por lo cual los limites creo son razonables.
100% de acuerdo. A ver qué te parece:
La verdad histórica no debe ser objeto de la legislación penal. Holocausto y Leyenda negra
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