Bolufrase™ del día

Para Argibay, son 'asesinos' los que piden pena de muerte y reclama 'bajar un cambio'.

Infobae

De vez en cuando alguno de los que ofician como supremos en la tierra de promisión se dispara con una frase esotérica, aclararando no se qué, y no sé a quien.
De Zaffaroni se ocupó Carlos, aquí.
Pero también le tocó el turno a la seudo-desaparecida, que abordó el tema de la pena de muerte con una lógica que no se si corresponde a primero inferior, al jardín de infantes, o a un instituto para discapacitados.
En varias oportunidades hablamos en el blog del asunto, destacando siempre el concepto fundamental y el verdadero eje de la cuestión: 'la intención del perpetrador'.
Evidentemente, no lo entendió.
Aplicando el criterio de la jurista, cuando se condena a un ladrón a una pena de prisión, el estado se está convirtiendo en un vulgar secuestrador.
Curiosamente, esta hipócrita detractora de la pena de muerte es una acérrima defensora del aborto, pero a la desaparecida-aparecida no parece molestarle mucho la evidente contradicción.
La eficacia de la pena de muerte como medida de disuasión puede ser discutible desde el punto de vista social, pero en lo individual, es eficaz en un 100%, porque el ajusticiado seguro nunca volverá a cometer un delito, y eso creo que nadie lo puede discutir.
Pero me doy cuenta que me estoy dispersando un poco, porque el motivo del post no era hablar de la pena de muerte, sino de la curiosa inclinación de los supremos de incursionar en el mundillo de las opiniones.
No es que no tengan derecho a hacerlo, por supuesto, pero en todo caso debería ser a título personal, y no como cabezas de uno de los poderes del estado.
Creo que sería mucho más provechoso que se limitaran a dictar sentencias, guardando mientras tanto un prudente silencio.
Y posiblemente serían más últiles a la sociedad si en vez de emitir esporádicas bolufrases, prestaran más atención a lo que hacen los otros dos poderes, que viven avasallando la propiedad privada y debilitando la democracia con argucias y decretazos.
En todo caso, también podrían citar al Sr. Kirchner y preguntarle dónde están los fondos de Santa Cruz.
Voy entonces a aprovechar el post para recordarle a estos personajes que todos y todas sabemos perfectamente que en la Argentina la justicia es una de las peores del mundo, que sus cárceles son inmundas cuevas, que gran parte de sus policías son mafiosos, que los políticos son en su mayoría corruptos, y que el apego de los funcionarios públicos por los principios republicanos brilla por su ausencia.
Y que ellos -los supremos- con sus absurdos fallos, han avalado inconcebibles violaciones a la Constitución y al principio de legalidad.

Posiblemente la semana que viene nos deleiten con otras de sus genialidades.
Ya lo hizo Zaffaroni estimulando a los jóvenes a que consuman sustancias intentando legalizar la tenencia.
Y encubriendo a los violadores de nenitas aconsejándoles que las obliguen a hacer la fellatio con la luz apagada...
Bueno, lo más parecido a 'chupar un caramelo', según él.

Posiblemente yo le estoy pidiendo demasiado a un país que supo ser un ejemplo en el mundo libre, para luego caer en la decadencia más espantosa.
Un país -como ya dije hace poco- que 'educa' a sus niños por la tele diciéndoles alegremente que un asqueroso travesti es una mujer -tratándolo como tal-, bajo la amenaza -en caso contrario- de estar discriminándolo.