Hace unos días se comentaba acá la "desmilitarización" del IGM, que ahora pasó a asumir el mucho más democrático nombre de Instituto Geográfico Nacinal, repitiendo el camino que ya transitaron el Servicio de Hidrografía Naval y antes el Servicio Meteorológico Nacional.
A propósito, no es casual que el SMN pifie de la manera que pifia en estos tiempos. Se acordarán de la famosa granizada en Buenos Aires, que llegó sin aviso, o la peor granizada de Rosario que también llegó inadvertida. En esta semana, que en el litoral sigue en seco, se anunció lluvia el miércoles, jueve, viernes, sábado, domingo y lunes. Naranjas.
Ayer me comentaba un antiguo oficial de la Fuerza Aérea, que el SMN funcionaba tradicionalmente con el aporte de cientos de observadores que registraban datos locales, que se compilaban para realizar el pronóstico. A cambio recibían un pago modesto, casi simbólico. A cargo de los pronóstico estaban los meteorólogos del SMN, personal militar alguno con muchísima experiencia y ningún título.
Ahora ese sistema se ha desmantelado, se compran datos de consultoras, y las oficinas se llenaron de licenciados, planificadores y sociólogos. Y no pegan una.
ACTUALIZACIÓN:
Al momento de terminar el post se me ocurre verificar el pronóstico en www.smn.gov.ar (porque el antidemocrático www.meteofa.mil.ar no va mas). Leo que según esta gente la mañana de hoy va a a haber chaparrones, tormentas y niebla:
Afuera, en realidad, brilla el Sol del 25:
4 comentarios:
No se puede creer. No dejaron nada en pie. Va a haber que empezar de cero.
¿Cuál era el índice de aciertos milico?
Mirá, dificil encontrar un registro de aciertos... pero en los 80, en épocas en que yo navegaba solíamos cagarnos de risa de los pronósticos uruguayos, y le confiábamos al SMN que con diferencia de horas solía pegarle bastante bien.
Hoy es al revés. Pero ojo, te hablo de hace 25 años atrás, el proceso de deterioro fue gradual y éstos sólo le dieron el tiro de gracia.
A todo esto, a 24 horas del post... no llovió
Un amigo de mi primo hizo un cursito en USA, y ahora se gana la vida vendiendo pronósticos a empresas cuyas ventas de productos dependen del clima.
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