29 de agosto de 2009

Borocotizaciones eran las de antes


En estos días escuché mucha gente preguntarse con cuánto se habrán puesto los K para conseguir la firma de la Latorre (dicen que nada, que les alcanzó con mantener la agencia de colocaciones de la senadora), o el pase de bando de la Alarcón, ex binnerista, ex reutemista.
Vale la pena recordar algunos pases de bando memorables en los que "billetera mató ideología", vistos en la historia argenta.
Tal vez el mas notable sea el de John Halsted Coe, quien estaba al comando de la modesta flotilla de la Confederación Argentina que bloqueaba el puerto de Buenos Aires durante el levantamiento del General Hilario Lagos.
Con la ciudad sitiada por tierra, y con un comercio exterior cada vez mas restringido por los barcos de Urquiza, los porteños optaron por el simple recurso de comprar la fidelidad de Coe, que por 5.000 onzas de oro (nada de billetes ni promesas en papel, aprendiendo de la experiencia de Brown) se cambió de camiseta y entregó los vapores Almirante Brown, Constitución y Correo, los bergantines Enigma, 11 de Septiembre y Río Bamba, la goleta Veterana, y los queches Rayo y Carnaval.

(algo mas puede leerse aca)

3 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Muy interesante historia!
Cuánto material hay para hacer de la historia argentina una materia atractiva y apasionante para la educación (y por algo será que no lo hacen así...)

El enmascarado) dijo...

Rubén, fue el imperialismo yanqui, representado por Coe, que aplicó la corrupción apátrida dando un ejemplo que sería perfeccionado y ampliamente mejorado por las generaciones nacionales y populares futuras.

Siempre me pregunté cuánta guita le debemos haber dado los porteños para que el tipo entregara la flotilla y no se le retobara ningún oficial ni miembros de la tripulación.

Andy dijo...

Fácil: hubo para todos...