Raquel ya se encargó de honrar la memoria de un Tucumano genial, inspirador de lo mejor que pudo dar nuestra patria. No esperaba menos de ella.
De lo que yo me voy a ocupar ahora es de lo que se celebra junto con esa fecha. Porque hoy es, además del aniversario del natalicio de Juan Bautista Alberdi, el día del abogado.
De lo que yo me voy a ocupar ahora es de lo que se celebra junto con esa fecha. Porque hoy es, además del aniversario del natalicio de Juan Bautista Alberdi, el día del abogado.
En la entrevista que tuve previo a mi ingreso a la UCA, me preguntaron por qué había elegido estudiar abogacía. No supe qué contestar. Con mis dieciocho recién cumplidos, y la cabeza en cualquier lado menos en armar réplicas coherentes, ensayé una que no me convenció ni a mí. Años más tarde relucieron una serie de respuestas, tales como la de transitar el mismo camino universitario de un padre que no llegué a conocer –tal vez, quién sabe, para llenar un vacío- la de entender que lo que es un verdadero Estado de Derecho, la de -siquiera de manera instintiva- tratar de vivir bajo las normas.
Luego de tres lustros de ejercer la profesión, todavía tengo interrogantes que no puedo responderme. Pero me siento afortunado, verdaderamente afortunado, de poder decir que desde el día en que me recibí he vivido de lo que estudié.
El ejercicio de la abogacía es para mí interesante, estresante, extenuante, a veces rutinario, a veces apasionante. Me ha permitido conocer muchas cosas que en mi vida pensé conocer, por lo menos en ocasión de ejercer la labor de abogado. Por nombrar alguna, jamás creí que terminaría almorzando en un panamax griego, charlando con su capitán en un inglés agriegado sobre la civilización helénica.
El día a día en ese ‘lugar infecto’ como Blogbis gusta en denominar al palacio de Justicia, también se las trae. Yo sostengo que el tribunal es como supongo debe ser un campo de batalla: saca lo mejor y lo peor de cada ser humano. En un día de audiencias podés ver simultáneamente miseria, honor, solidaridad, camaradería, traición, codicia, estupidez, inteligencia, pasión, desdén. Todo eso mientras tratás de cerrar un pleito de la mejor manera posible para tu cliente, y a la vez poder llenar dignamente la alacena de tu casa.
Hace un tiempo, un colega me dijo: “el médico sueña con curar para siempre una enfermedad terminal, el ingeniero con construir el puente jamás construido, el arquitecto con el diseño que rompa el molde. El abogado, con lo único que sueña es con la manera más rápida de encontrar otra profesión”. Por suerte, todavía no adscribo a esa postura.
Vaya mi más sincero saludo a todos los lectores y seguidores colegas, espero que pasen un muy Feliz Día del Abogado.
13 comentarios:
Bueno, felicitaciones, además por sobrellevar una tan vapuleada profesión!
Lindo post.
Ahora pregunto: el rope de la primera foto es letrado, también?
Feliz Día a los Abogados.
Ayer tomando una audiencia testimonial, viví los que es una abogada ejerciendo su profesión miserablemente, traicioneramente, y estupidamente, si es que existe la palabra.
Y todo eso me hizo dudar si es lo que realmente quiero para mi.
Saludos.
Blogbis: el rope no es letrado. Es oficial notificador.
Va una frase de Anatole France: 'La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohibe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles, y robar pan'.
¡Feliz, muy feliz día!
Hehe, qué frase ingeniosa!
Smilin', usted consume series sobre abogados? Damages, Law & Order (las primeras), la de William Shatner que no recuerdo cómo se llamaba?
Klaus: Law and order me gusta mucho, y paso un buen rato con las novelas de Scott Turow.
¡Feliz día a todos los aves negras!
(Klausbert, la serie con Shatner era Boston Legal, a mí me gustaba mucho).
Lindo post Dr. Leprechaum. Feliz día a todos los dotores y dotoras.
¡Feliz día a Leprechaum y colegas!
¡Feliz día, Smilin!
Hablando de series de abogados, se acuerdan de ¿Petrocelli?
...el que vivía en un trailer mientras construia su casa al ritmo de un ladrillo por capítulo...
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