La ocupación territorial de lo que hoy se conoce como la Pampa Gringa no fue un proceso fácil. Los colonos italianos, suizos, alemanes, franceses, tuvieron que pelear contra la inmensidad desolada, las alimañas, los indios, y repetidos ataques de las peores plagas: la langosta y el estado.
Si esto no fuera poco, las colonias agrícolas enfrentaron otros depredadores más violentos, los indios y los bandidos. Centenares de agricultores fueron asesinados para sacarles las pocas pertenencias que habían juntado, el dinero de las primeras cosechas, o los ahorros para el pago de la "concesión".
Así que no faltaron las oportunidades en que los pobladores se levantaron, se arremangaron y salieron a escopeta y Vetterli a cazar a quienes ponían en peligro sus familias y bienes.
Viene a cuento porque súbitamente el paisaje en el campo se está pareciendo al de aquellos tiempos fundacionales (enlace 1, enlace 2). Me parece que si la cosa sigue así podemos estar frente a una nueva Guerra Gaucha, esta vez -y otra vez- por la propia supervivencia.
(la foto del post es La Reina del Trigo, de la serie Reinas de la Pampa Gringa, del fotógrafo Marcos López, e integra la colección del MACRO)
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