–Mirá Carlos, estás en Punta Alta, acá nomás está la base naval Puerto Belgrano. Es el momento de que en tu discurso metas algún tema que te diferencie, que pienses en el futuro. Acá podés conseguir el voto militar...
–Pedime cualquier cosa menos algo para estos hijos de puta, que cuando me tenían preso ni siquiera me dejaron ir al entierro de mi mamá.
–Me parece que te equivocás. Hay que mirar para adelante, y quién mejor que vos para hacerlo.
Sentado junto a la cama revuelta en la que minutos antes Carlos Menem dormía la siesta, el viejo militante montonero insistió un poco más. Le leyó al precandidato presidencial peronista las ideas que le ofrecía para el discurso del día siguiente, mientras su interlocutor dormitaba. Sin arrancarle ni una palabra más, le dejó la carpeta y se fue. Un día después, cuando el riojano tomó el micrófono, su consejero no podía creerlo: con la audacia y el carisma que lo hizo famoso, Menem le hablaba a la “familia militar” sobre un futuro de “reconciliación nacional”, “sin rencores ni persecuciones”. El operativo indultos, una de las últimas misiones montoneras, estaba en marcha.
Los montoneros le llevaron a Menem la idea de los indultos
Recomiendo la lectura de esta nota de Clarín, que recuerda el origen de una de las medidas más discutidas de Carlos Menem, cuyo principal objetor en la prensa argentina fue precisamente ... Clarín!
Aún cuando sea tarde para deshacer las barbaridades que hicieron los Kirchner para satisfacer la excitación revanchista de Verbitsky, Bonafini y cia., pienso que viene bien leer la verdad de vez en cuando...
1 comentario:
Atrapante lectura, Gral., gracias por la recomendación.
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