If we are to survive the looming catastrophe, we need to face the truthWhich of these is the most important question to ask in the present economic crisis: how can we promote growth? Should we pay off government debt more or less quickly? Is the US in worse trouble than Europe? Answer: none of the above.
The truly fundamental question that is at the heart of the disaster toward which we are racing is being debated only in America: is it possible for a free market economy to support a democratic socialist society? On this side of the Atlantic, the model of a national welfare system with comprehensive entitlements, which is paid for by the wealth created through capitalist endeavour, has been accepted (even by parties of the centre-Right) as the essence of post-war political enlightenment.
This was the heaven on earth for which liberal democracy had been striving: a system of wealth redistribution that was merciful but not Marxist, and a guarantee of lifelong economic and social security for everyone that did not involve totalitarian government. This was the ideal the European Union was designed to entrench. It was the dream of Blairism, which adopted it as a replacement for the state socialism of Old Labour. And it is the aspiration of President Obama and his liberal Democrats, who want the United States to become a European-style social democracy.
(...)
9 de agosto de 2011
A propósito de la crisis europea
Ya que el colapso de Europa está tan en boga en estos días, nunca está de más leer algunas opiniones claras y sensatas provenientes del lugar de los hechos.
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1 comentario:
Agregaría algunos elementos:
1) Argentina, tanto por su Constitución -declaraciones internacionales de derechos y tratados incluidos, incorporados a la Constitución- es una socialdemocracia. Trucha, fracasada, populista y en el fondo profundamente antidemocrática y republicana, pero con las instituciones jurídicas y económicas de una socialdemocracia, más ingredientes de corrupción y chantería criolla.
De modo que el mejor banco de pruebas de cómo pueden terminar las socialdemocracias, es Argentina.
2) Los conceptos de redistribución de los ingresos, aumentos masivos de salarios, garantías de empleo o de subsidios de desempleo, jubilaciones con sistema de reparto y obras sociales que cubran contingencias como la obesidad, más las ideas de "un techo para todos", "la salud es un derecho", "la educación es un derecho" (aunque consista en un lavado de cerebros) se traducen, en lo económico, en un incremento del gasto público, la deuda pública y la emisión de moenda, correlativo a un aumento de los presión tributaria (en lo económico) y en una creciente tendencia a imponer las concepciones ideológicas del partido gobernante entre los niños, jóvenes y muchos adultos (en lo político).
3) Como ya en la actualidad la inmensa mayoría de la recaudación fiscal proviene de un pequeño porcentaje de la población, la lógica del sistema, una vez traspasados ciertos límites, es gravar a las clases medias y finalmente a los pobres. Dentro de éstos, los más indefensos son los no sindicalizados, los políticamente irrelevantes, los que no gozan de planes sociales.
El Estado se convierte -como decía Bastiat- en la gran ilusión en que todo el mundo trata de vivir a costa de todo el mundo.
4) En ese contexto, la creciente deuda pública no es sino un epifenómeno de los déficits fiscales no monetizados o parcialmente monetizados. Si los estados no se endeudaran, la emisión monetaria sería mucho mayor, y concluiría en una inflación galopante.
La inflación es una forma de licuar la deuda pública contraída en moneda doméstica.
5) Finalmene, las socialdemocracias no han fracasado en la forma estrepitosa de Argentina, porque preservaron en mayor medida los mecanismos del mercado, porque sus políticos son más racionales y más honestos, porque sus impuestos corporativos son más bajos (pocos saben que el impuesto a las ganancias sobre las sociedades es más bajo en Suecia que en Argentina) porque no tienen presidentes ni presidentes del banco central que opinan que la inflación no es un problema; porque son más serios. Hasta hace algunas décadas, los países escandinavos tenían menos empresas estatales que Italia y Argentina.
6) De todos modos, la socialdemocracia -que simpatiza con el socialismo de puertas hacia afuera- conduce a la progresiva parálisis de la sociedad. Los generosos programas sociales mantienen alto el desempleo; la reducción de la tasa de natalidad y el incremento de la tasa de supervivencia los han llenado de inmigrantes musulmanes, hostiles a la democracia y a las instituciones de los países receptores. Han perdido la creatividad, el crecimiento, y los objetivos "igualitarios" de la educación los sitúan en desventaja frente a China, la India, Corea, cuya educación no es "progre" y consideran más importante enseñar y aprender que instruir sobre el uso del condón en las relaciones homosexuales.
Aunque a muchos no les guste la palabra, como Argentina, han perdido el alma o van en camino de perderla.
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