
Días previos al ‘Para Nacional’ del 24 y 25 de agosto convocado por la Central Trabajadores Unitaria (CUT), la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) y la oposición Demócrata Cristiano Socialista, la presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la comunista Camila Vallejo, llamó a “romper con la institucionalidad política que está en crisis, con esta clase política y este modelo intransigente que no es capaz de desprenderse de sus intereses” en el Parque O'Higgins. Justamente, cuando se conmemoran los diez años de la Carta Democrática. En el mismo día, en el programa ‘Tolerancia Cero’ el sociólogo socialista y Premio Nacional de Ciencias Sociales, Manuel Antonio Garretón hablaba de los movimientos sociales que había removido el país con sus peticiones. Naturalmente, en ese programa nadie cuestionó a qué le llamaban ‘movimientos sociales’ o ‘actores sociales’. Así, según Garretón, cuando las personas se quejan de lo pésimo que es el Transantiago, no representan a los actores sociales, sino que hablan en términos de consumidores.
Además, la movilización de los estudiantes de la enseñanza media y universitarios con los daños que han traído, nos deja claro que la Nueva Derecha que preside Piñera, Hizpeter y Cía, están lejos del Primer Ministro inglés Cameron. El ideólogo de la Nueva Derecha, el profesor Gonzalo Bustamente escribió hace menos de un año a propósito de otros asuntos: “Fue lo que hizo la derecha en Suecia y es lo que está haciendo el Primer Ministro David Cameron. El ministro Hinzpeter lo tiene clarísimo”. La reacción al vandalismo de Londres por parte del Gobierno inglés contrasta con el Gobierno de Piñera que se ha mostrado pusilánime ante los actos vandálicos. Así, mientras en diversos sectores del país se producían marchas, desordenes y vandalismo, Sebastián Piñera firmaba el proyecto de ley de Unión de Hecho o Acuerdo de Vida en Común, con cierta complacencia por lo que se producía afuera de La Moneda. Y con resignación ante los desórdenes por parte de las personas esforzadas, decentes y laboriosas de este país. A diferencia de Inglaterra, no hay nadie detenido, salvo un carabinero.
La última manifestación dejo 285 colectivos dañados y 30 semáforos destruidos. Y casi incendian la Iglesia de la Gratitud Nacional.
Así, mientras se producía el ‘Paro Nacional’, que ya sabemos que fracasó, la dirigente comunista, Camila Vallejo viajó a Brasil para apoyar una manifestación de estudiantes y tratar de reunirse con la Presidente de ese país. Con todo, viajo en First class. Quizás no viajo en Business class porque lo asoció al neoliberalismo. Esta vez fue anunciado urbe et orbi por todos los medios. Ningún periodista se lo saco en cara. Después de todo, no trabaja. Del mismo modo, que los periodistas no han dicho que solamente el 10% de los colegios están tomados y que cien mil personas en La Alameda es una cifra bastante insignificante para la población de Santiago. Asimismo, tampoco ha apuntado al Partido Comunista, quien ha puesto su agenda por boca de los estudiantes: “con el propósito de generar un amplio acuerdo nacional en torno a lucha por la democratización de las casas de estudio y los derechos de sus académicos, estudiantes y funcionarios; contra las políticas que reducen la educación al lucro individual”.
Ahora bien, las personas de derecha en los medios oficiales, ya sea políticos u académicos no se atreven a cuestionar a los llamados ‘movimientos sociales’. Un lector de ‘La Tercera’ desnudo esos movimientos : “Los dirigentes sindicales viven de las cuotas que les pagan los socios que sí trabajan, a los estudiantes los financian sus papás, a los empleados públicos y a los políticos les pagamos todos los chilenos, sea que trabajen o no. Claramente, son una clase privilegiada, ya que el 99% restante de los chilenos, si no trabajamos, no generamos ingresos”. Lo que los intelectuales y políticos de izquierda llaman ‘movimientos sociales’ son las personas que trabajan en la administración pública, esto es, a los burócratas, a excepción de los estudiantes. Llámese CUT, Confusam, Anef y los trabajadores de Codelco. Desde luego, no son actores sociales los dueños de negocios, que cada vez que los ‘movimientos sociales’ salen a la calle, provocan destrozos, queman autos y bajan las ventas. Desde luego, que los ciudadanos que fueron hacer sus trámites al Servicio de Impuestos Internos y al Registro Civil en enero, no tienen derecho a quejarse cuando los funcionarios hicieron huelgas en ese mes, ya que doña María y don Juan son simples ciudadanos.
Llama la atención que cada vez que ha habido destrucción a la propiedad pública y privada, las ongs de izquierda y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDD), encargado por velar por los derechos humanos callen. En efecto, los derechos humanos de primera generación son los menos les importa a la izquierda: la vida, la libertad y la propiedad. Anteponen los llamados ‘derechos sociales’ a los primeros. Por esa razón, tampoco establecen demandas en los tribunales en nombre de los afectados, quienes como mostró la televisión son personas de origen humilde, empeñosa y trabajadora. A los poderes fácticos como el INDD, si le interesa el supuesto abuso de un carabinero, mas no los abusos, atropellos de los manifestantes a bancos, farmacias y kioscos. Después de todo, el carabinero o los carabineros son agentes del Estado. Sugiero poner a la señora Lorena Fríes, directora del Instituto mencionado entre un local y los vándalos.
El Vicepresidente de la Fech, Francisco Figueroa dijo durante las protestas del miércoles y jueves: “no estamos validando ningún tipo de manifestación violenta, pero hay que entender que los hechos que han ocurrido, responden a un problema estructural de nuestra sociedad. La violencia aquí es la desigualdad”. La última frase no tiene envidiarle a un cartel que llevaba una funcionaria del Estado durante las marchas: “La violencia en manos del pueblo en manos del pueblo no es violencia ¡¡Es justicia!!”. Conforme al razonamiento de ilustrado Figueroa, en el mundo solamente tendrían que haber mujeres o solamente hombres. Tanto hombres como mujeres son distintos. Por tanto, hay una desigualdad.

Escuchando a otro líder iluminado, Giorgio Jackson, él decía que un problema de la educación le hacía poner en tela de juicio el sistema político. Desde luego, el periodista no quiso rebatir semejante estupidez. Entonces, conforme al Doctor Angelus Jackson, si usted tiene un dolor de muelas, un dolor de cabeza, si le han salido espinillas, entonces la única solución es que usted se ampute una pierna o los dos brazos.
El ex presidente Ricardo Lagos dijo con respecto a las movilizaciones que era la ‘primavera chilena’, como si estuviésemos en las autocracias árabes. El diputado de la UDI, Gonzalo Arenas cuenta que un amigo suyo de la Concertación, Doctorado en Economía en Harvard y que trabajo durante veinte años en la administración pública, le dijo: “Muy preocupado por las protestas estudiantiles –me dijo con voz seria-, debemos avanzar en la lucha liberadora de la educación insertada en la lucha reivindicatoria del pueblo en contra del imperialismo de las transnacionales”. Agregó: “es forzando la búsqueda de la sustancia histórica del actual sistema, y cómo se reflejan en la educación del pueblo las actuales relaciones de producción de esta sociedad neoliberal…”. ¡Plop! Como diría el personaje de historieta Condorito. El ‘Paro Nacional’ ilegal mostró la izquierda, también incluyó a la Democracia Cristiana, no se renovó, y que por razones pragmáticas gobernaron como tales.
La primavera chilena nunca fue.
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