6 de junio de 2012

El Nuevo Fascismo




Resulta gracioso escuchar a quienes lucharon contra el Gobierno Militar por la libertad oponerse al documental "Pinochet". El año pasado se opusieron y funaron a las personas que le realizaron el homenaje y la reedición del libro sobre el brigadier Miguel Krassnoff. Son los mismos idiotas que quieren una nueva Constitución que asegure la libertad de expresión y la libertad de asociación.

Son los mismos idiotas que comparan el Gobierno Militar con los régimen totalitarios de la década del 30 del siglo pasado, a saber, el fascismo y el nazismo, olvidándose, por cierto, que los militares chilenos no buscaron un modelo en el extranjero, sino en la propia tradición. Por eso, se volcaron el ministro del siglo XIX, Diego Portales. Las características del sello de él fueron el orden y la autoridad. Por la impronta de ese ministro, Chile no corrió la suerte de desgobierno y anarquía que tuvieron el resto de las colonias españolas.

La televisión abierta chilena no ha tenido en problemas en transmitir documentales de izquierda. Basta recordar el documental de Marco Enríquez Ominami ‘Héroes están fatigados’, y recientemente, el canal Televisión Nacional (TVN), mostró el documental "Nostalgia de la luz" de Patricio Guzmán. Incluso salió en los titulares: "TVN emite "Nostalgia de la luz" y salda deuda pendiente con Patricio Guzmán". Y casi me olvido, del documental de la mirista Carmen Castillo "Calle Santa Fe", que se transmitió por TVN en el 2008, que igualmente fue difundido por el programa de cultura ‘La hora 25’ de Augusto Góngora. La izquierda, en efecto, no pretende dar información para que las personas conozcan la realidad. Pretende, simplemente, hacer propaganda. Por tanto ha usado la cultura a través de Festivales de distintas temática con el objetivo de mostrarse ellos como víctimas. No importan como se llamen los Festivales, ya sea de Derechos Humanos ah que bonita causa, ya sea Salvador Allende. La Izquierda que se ufanaba de ser descendiente de la Ilustración Francesa y de destruir los mitos, entre ellos, la religión, hace de las herramientas de la imagen una fábrica de mitos.

Ahora bien, puesto no pudieron transmitir el documental "Pinochet" por la televisión abierta, los organizadores presentaran el documental en el Teatro Caupolicán el domingo 10 de junio a las 11:00, en la capital. Como era esperarse por parte de los ‘progresismo demócrata cristiano socialista’, anuncian rechazo y "funas". Dicho sea de paso, en la ciudad de Viña del Mar más de una vez he visto carteles con la siguiente leyenda o parecida ‘Acto de Solidaridad a la Revolución Cubana’. Sin embargo, ningún diputado, alcalde o simplemente un político de Derecha ha llamado a protestar en el consulado de ese país, o donde se realizará ese evento. El alcalde Labbé de Providencia expreso algo parecido.

El diputado y vicepresidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín sostuvo que atenta contra "la convivencia nacional". Y agregó: "A mí me parece que son actos que debieran de todas maneras evitarse y me parece sumamente grave que siga una parte de la derecha homenajeando la figura del general Pinochet y todo lo que significó su régimen para Chile".

Por otra parte, la secretaria ejecutiva de la Corporación de los Derechos del Pueblo (Codepu), Alejandra Arriaza , volvió llamar a "funar" ese evento. Sostuvo: "está gestando la derecha pinochetista, buscando generar un empate mediático y generar condiciones para la total impunidad de los violadores de derechos humanos. Nosotros no vamos a permitir que esto pase desapercibido porque violentan de esa manera la memoria de nuestro pueblo". Ellos creen que los únicos representes del pueblo. Por otra parte, el diputado del Partido por la Democracia PPD, Jorge Tarud, que algunos de derechas les caen simpáticos dijo que "ese eventual homenaje tiene un rechazo generalizado de la ciudadanía. La gente ya juzgó lo que fue la dictadura, que fue un periodo negro de nuestra historia". Cabe señalar que uno de ideólogos de ese partido es, pues, ex comunista y sociólogo Antonio Leal, quien escribió un libro a mediados de los noventa titulado ‘El Crepúsculo de la Política’, en la le dedica un capítulo a Voltaire, como diciendo la tolerancia es un patrimonio exclusivo de la Izquierda y no de la Derecha. Precisamente, los progresistas han tirado por la borda las celebres palabras atribuidas al escritor francés: “Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo“. Palabras que eran frecuentes verlas en las portadas de las revistas de oposición al Gobierno Militar.

La vocera de gobierno de Bachelet, Carolina Tohá encareció al gobierno de Piñera a prohibir el evento: "En las democracias más evolucionadas del planeta existen legislaciones y medidas explícitas para evitar que se lleven adelante las apologías a la violencia y las incitaciones a la odiosidad. Así que tampoco es verdad que en las democracias ejemplares lo que se hace es permitir de manera indiferente que este tipo de actos se haga, es al revés". La ex diputada se hace la lesa con los discursos del odio de la Unidad Popular y los grupos terroristas. Después de todo, Tohá se siente bien con los terroristas del Mir, del Frente Lautaro y del FPMR.

La izquierda el año pasado celebro los 120 años del natalicio del político y pensador italiano Antonio Gramsci. Tanto es así, que el ex diputado del PPD, Leal escribió un libro titulado ‘Gramsci’ para ponerlo en consonancia con los ‘movimientos sociales’. A la gente de izquierda, cuando recuerdan a ese pensador siempre sacan a colación las palabras del fiscal que lo condenó, y finalmente lo encarceló, como también la parodia de juicio: “¡Hay que lograr que ese cerebro deje de funcionar!”. Estaba seguro que dichas palabras las había dicho el dictador italiano, Benito Mussolini. No compare versiones de la historia reciente, no piense por su cuenta. Acepte si o si nuestra versión.

 En este sentido, los progresista chilenos se parecen al fiscal que condenó al comunista italiano, ya sea por la parodia de juicios a los militares, ya sea por querer callarnos e impedir que nuestro cerebro funcione. Hace tiempo escribí, cuando la derecha habla como la Izquierda, ésta pierde.Hay que emplear las palabras que dijo Gramsci a Mussolini en el parlamento en 1923: "No, no nos podrán parar; somos gente con ganas de luchar". Cuando la derecha lucha, la izquierda huye en desbanda saltando las embajadas y se esconden bajo las sotanas de los clérigos rojos.

Aquí está en juego la libertad de expresión. Aquí no valen los términos medios o las posiciones moderadas. Nos oponemos a los nuevos fascistas de la oposición o perdemos nuestra libertad.

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